Le Rosey Institute, en Ginebra, Suiza, es considerado el colegio más caro del mundo. Solo su matrícula para este 2021 tiene un costo de $504 millones de pesos colombianos, lo cuales se dividen en tres periodos, cada uno de $168 millones.
A esto, si el estudiante es nuevo, se le debe sumar una inscripción por un valor de $11 millones más un depósito de admisión de aproximadamente $40 millones, el cual según información de Canal Uno, “se reembolsa al final del período posterior a la salida del estudiante de la escuela”.
El colegio solo tiene 400 estudiantes en total, y de acuerdo con lo que relató en Semana, Felipe Laurent, un colombiano que fue becado por el instituto y que hoy trabaja como director de comunicaciones, “solo hay disponibles 100 plazas al año, y rechazan a tres de cada cuatro aspirantes”.
Además del componente económico, para ser admitido en el prestigioso Centro Educativo, los menores deben tener un completo dominio del inglés o del francés y contar con habilidades artísticas y deportivas que puedan ser potenciadas.
La revista nacional a su vez asegura que, a pesar de que el Instituto no confirma ni revela los nombres de sus estudiantes y exalumnos, se conoce que por sus aulas han pasado personalidades como Rainiero de Mónaco, Juan Carlos I, el rey Balduino de Bélgica y otras figuras como Julian Casablancas, líder de The Strokes.
Por su lado, Canal Uno reveló que Tatiana Santo Domingo, la nieta de quien fue por muchos años el hombre más famoso de Colombia, Julio Mario Santo Domingo y hoy esposa del príncipe de Mónaco, Andrea Casiraghi, estudió en el prestigioso internado.
Santo Domingo, como sus demás estudiantes también tuvo que pagar otros gastos que implica ser aprendiz de este colegio, ya que además de sus millonarios requisitos de ingresos, los alumnos deben tener en cuenta que por clases extracurriculares y algunas lecciones artísticas, tienen que desembolsar cerca de $72 millones de pesos.
Una jornada normal en el instituto empieza a las 8 a.m. y acaba a las 3:30 p.m., luego se realizan actividades extracurriculares y de socialización después de la cena. Sin embargo, los alumnos de Le Rosey no están todo el año escolar en sus prestigiosas instalaciones, ya que durante el invierno, se mudan a un campus en Gstaad, una popular estación de esquí en el Oberland bernés, donde tienen sus propios chalets y practican deportes como hockey sobre hielo.
“Es un entorno muy interesante. El inglés y el francés son los idiomas oficiales, pero en los pasillos uno puede escuchar 60 idiomas”, cuenta en Semana el colombiano, Felipe Laurent, y pese a que no revela propios, asegura que, “hoy hay connacionales matriculados allí, y que al menos 25 exalumnos de este prestigioso colegio residen en Colombia”.
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