Un lamentable hecho ocurrió este domingo en el municipio de Bello, Antioquia. Un hombre de 63 años perdió la vida tras accidentase mientras sobrevolaba el sector Serramonte, en el norte del Valle de Aburrá; según las primeras versiones, los fuertes vientos serían la causa principal de la tragedia.
El hombre, identificado como Rubén Darío Gómez Montoya, con más de 20 años de experiencia en esta actividad, murió de inmediato tras la fuerte caída. La comunidad del lugar dice que los vientos que se presentaron en los momentos del incidente eran bastante fuertes y, de acuerdo con las autoridades, esta sería la causa para que el piloto perdiera el control del planeador.
“El señor salió con un amigo en parapentes diferentes y según versiones de la comunidad este se cerró y cayó en picada. La comunidad se acerca al cuerpo coge el walkie-talkie con el cual se estaba comunicando con el otro compañero y le informan para que esté a su vez aterrice y le dé la noticia a la familia”, afirmó Wber Zapata, secretario de Gestión del Riesgo de Bello
Gómez había alzado vuelo desde el sector de San Félix, al norte del Valle de Aburrá. Durante un tiempo realizó un vuelo normal, pero luego, los vientos, al parecer, no estuvieron a su favor y provocaron que perdiera del control del parapente ocasionando su caída.
“Vimos que un parapente estaba dando la vuelta normalmente como hacen ellos, y de un momento a otro cuando estaba dando el giro de aproximación se desprendió a una altura aproximadamente de unos 20 metros, el paracaídas se desprendió y el cayó”, comentó Álvaro García, practicante de parapentismo en la zona, en Telemedellín.
Según el secretario Zapata, esta práctica es común y está permitida en el sector; de hecho, hay empresas certificadas que ofrecen servicios turísticos para practicar no solo el parapentismo, sino todo tipo de deportes extremos en la zona.
Un amante de ese deporte
De acuerdo con Emmanuel Gómez, uno de los hijos del fallecido, su padre era un gran aficionado al parapentismo y se desvivía por volar. Consideraba esa actividad como su máximo pasatiempo y, por ende, una gran experiencia en esa práctica. Gran parte de sus ganancias como taxista la destinaba a comprar elementos que le ayudaran a seguir practicando su mayor pasión. “Decía, yo quiero volar lejos y viajar en el parapente (…) Entrenó, estuvo mucho tiempo entrenando y sacrificó mucho tiempo, hizo muchas capacitaciones sobre el tema”, afirmó para Telemedellín.
Según comentó Emmanuel, recientemente, su papá había adquirido un paramotor que, finalmente, no pudo estrenar, pues solo días atrás había terminado la capacitación para su utilización.
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