A una semana del hallazgo de dos gigantescos laboratorios pertenecientes al Ejército Nacional de Liberación, ELN, y dedicados a la producción de clorhidrato de cocaína en el departamento de Nariño, al sur de Colombia, la Fiscalía General de la Nación acaba de anunciar la ubicación y destrucción de un tercer complejo empleado para el mismo fin.
“En cumplimiento de una orden judicial obtenida por un fiscal destacado ante la Dirección del CTI, funcionarios del Equipo de Investigaciones Especiales del CTI y con apoyo de la Brigada Especial contra el narcotráfico del Ejército Nacional ubicaron, allanaron y destruyeron un laboratorio para el procesamiento de cocaína en el municipio de Cumbitara (Nariño)”, informó la entidad a través de un comunicado oficial.
Según el mismo, la información habría sido suministrada por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, DEA, e incluía detalles como que se trataba de un cristalizadero camuflado entre árboles y vegetación nativa. En dicho bosque, agregaron, fueron encontradas dos estructuras rusticas fabricadas en madera y lona negra, donde las autoridades incautaron un total de 1.736 kilos de pasta base de coca, una tonelada de insumos químicos, 1.500 galones de precursores químicos líquidos y 2.000 galones de gasolina.
Adicionalmente, el complejo criminal contaba con un espacio destinado a suplir labores de semillero, y en el que se encontraron 50.000 matas de coca listas para sembrar, así como 800 kilos de hoja de coca picada en proceso de destilación. Esto, sumado a los equipos, insumos y pasta de coca mencionados anteriormente, le dan al laboratorio un valor aproximado de un millón y medio de dólares, según los investigadores.
Los mismos también evidenciaron que el responsable de la infraestructura clandestina, dedicada a la producción de estupefacientes, estaba bajo el control de alias ‘Fercho’, un cabecilla del ELN en Nariño, quien empleaba la producción para adelantar negocios ilegales con carteles mexicanos.
Al anterior, se suman los dos laboratorios allanados el fin de semana pasado y que, según la misma entidad, eran dos “gigantescos complejos de producción de clorhidrato de cocaína, que estaban en pleno funcionamiento, en zona selvática de Pizanda, en la jurisdicción de Cumbitara, Nariño, en inmediaciones del río Patía”.
Estos también fueron descubiertos gracias al trabajo conjunto del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI), el Ejército Nacional y la agencia estadounidense DEA; y contaban con un avalúo de por lo menos 340.000 millones de pesos.
En dichos puntos, las autoridades lograron incautar cerca de tres toneladas de cocaína —exactamente 2.800 kilogramos— y más de 600 kilogramos de pasta base de coca. Adicionalmente, se encontró una importante cantidad de insumos como acetona, ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, soda caustica, cal, entre otros elementos químicos.
Adicionalmente, se supo que cada laboratorio estaba compuesto por seis estructuras y tenían capacidad para albergar hasta 30 personas. De igual manera contaba con equipamiento tecnológico como compresores, extractores, calderas, condensadores, hornos, y otro tipo de maquinaria y elementos necesarios para la producción mensual de entre tres y cuatro toneladas del mencionado estupefaciente.
“La droga y todo este andamiaje ilegal descubierto alcanzaría en valor los 340.000 millones de pesos, algo más de 95 millones de dólares” aseguró la Fiscalía, agregando que dichos recursos pasaban posteriormente a manos del frente Comuneros del Sur ‘Jaime Toño Obando’ del ELN, grupo criminal al que pertenecerían los centros ilícitos de procesamiento.
“Con estos resultados se impacta la cadena de producción ilegal de la droga desde la siembra, pasando por el acopio, el procesamiento de la pasta base y la producción del clorhidrato de cocaína; al tiempo que afectan las rentas criminales en 96 millones de dólares”, concluyó la Fiscalía en su comunicado.