La secretaria de Desarrollo Económico de Bogotá, Carolina Durán, detalló este sábado los retos que tendrá la ciudad para que la iniciativa ´Bogotá a Cielo Abierto 2.0′ se convierta en un programa que perdure en la capital más allá de la crisis sanitaria por covid-19.
Durante la jornada de ‘Despachando Ando’ organizada por el Distrito, la secretaria señaló en su intervención que con la intención que este proyecto se convierta en proyecto permanente es necesario diseñar un modelo que establezca acuerdos entre los sectores públicos y privados con el fin de convertir en autosostenibles las zonas donde se desarrolla.
“Se requiere darle a ‘Bogotá a Cielo Abierto’ una estructura jurídica que le permita permanecer más allá de las medidas de excepción. Hasta ahora, nosotros hemos amparado ‘Bogotá a Cielo Abierto’ y todos los pilotos que se han realizado en la emergencia sanitaria y económica y como una estrategia de reactivación. Evidentemente la apropiación de la ciudad frente a esa iniciativa ha sido muy positiva y la queremos dejar”, señaló Carolina Durán.
A su vez, la funcionaria señaló que con la intención de establecer una formalización jurídica permanente para esta iniciativa la Administración Distrital va a aprovechar estructuras legales que ya están establecidas en el Departamento Administrativo de la Defensoría Del Espacio Público (Dadep).
De igual manera, la secretaria explicó que otro de los grandes retos para implementar esta estrategia de forma permanente es garantizar la autosostenibilidad y autogestión, así como la financiación de las zonas donde se lleará a cabo, con el fin de asegurar no solo la inversión inicial sino el mantenimiento.
Este proyecto debe constituirse desde un modelo mixto que permita sostener la iniciativa de manera operativa y financiera con el fin de incluir otras zonas en la ciudad a las 50 que se encuentran activas que necesitan logística, monitoreo y personal de vigilancia para su correcto financiamiento.
“Necesitamos que cualquier zona de ‘Bogotá a Cielo Abierto 2.0’ sea inclusiva, es decir, que pueda ser compartida por el comercio formal que la solicita, como por el comercio informal. Tienen que poder convivir las dos partes. Se trata de una iniciativa que, además, alivie tensiones y procure el trabajo solidario conjunto entre comerciantes formales e informales”, explicó la secretaria Durán
Por tal razón, señaló que se necesita un acuerdo explícito donde se establezcan las zonas, los horarios, los tiempos y la organización, lo que representa un trabajo conjunto entre los sectores públicos y privados con el fin de entregarle el modelo a la alcaldesa de Bogotá en marzo para su aprobación.
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Por su parte, el director de la Federación Nacional de Comerciantes seccional Bogotá, Juan Esteban Orrego, aseguró respecto a esta propuesta que las zonas destinadas para esta iniciativa pueden ser “compartidas en inclusivas por el comercio formal e informal”, resaltando que esta es “una estrategia para aliviar a formales e informales, porque los dos necesitan trabajar, pero con cero tolerancia a la ilegalidad”.
‘Bogotá a Cielo Abierto’ no es solo una medida que se aplica para restaurantes de las zonas exclusivas de la Capital, de esta iniciativa que pretende re activar el sector de la economía, también hacen parte los restaurantes de las plazas distritales de mercado La Perseverancia, La Concordia y Doce de Octubre, lugares que abrieron sus puertas para atender a los ciudadanos en espacios al aire libre, terrazas y parqueaderos.
Si bien, desde que inició la pandemia, las plazas de mercado continuaron atendiendo a los ciudadanos, con las medidas de bioseguridad necesarias, los restaurantes dentro de ellas permanecieron cerrados al público. Tras meses sin trabajar, algunos decidieron reiniciar sus actividades vendiendo comida a domicilio, sin embargo, no funcionaba de la misma forma que antes de que empezara la cuarentena.
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