La historia se repite. Campesinos y pobladores de la vereda Río Man, en el municipio de Cáceres, en Bajo Cauca antioqueño, en las últimas horas ante un supuesto ultimátum por parte del grupo armado Los Caparros, decidieron abandonar sus casas por miedo a las represalias que puedan tomar contra ellos.
La información del desplazamiento de esta población, fue dado a conocer por la alcaldía municipal, quien afirmó que en la mañana de este jueves decenas de familias salieron con sus pocas pertenencias de la vereda.
De acuerdo con Caracol Radio, Esteban Zurita, secretario de Gobierno de Cáceres, indicó que, “lastimosamente hay varias familias que están saliendo de la vereda por el rumor que se ha esparcido de que los han amenazado, pero no hay ningún indicio claro de que esto sea cierto, apenas es un rumor”.
Asimismo, aseguró que desde entidades del estado se está haciendo un acompañamiento a estas familias y se les ha tratado de aclarar la situación pero, “la gente tiene miedo”, sostuvo Zurita.
Algunas de las personas desplazadas, están llegando a Caucasia por la cercanía con esa vecina población. Por el momento se desconoce el número exacto de personas desplazadas, pero sí está confirmado el desplazamiento de ellos, informó Caracol Radio.
Por su parte, el general Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División del Ejército detalló a RCN Radio que hasta el momento no se tiene el reporte de este desplazamiento, pero sí afirmó de la existencia de las intimidaciones a la población, por lo que hoy la fuerza pública hará presencia con tropas para resguardar el lugar.
“Hay una amenaza de un grupo. Tenemos al comandante de batallón en el sitio y me dice que eso garantiza que las personas no se desplacen. Parece que el Clan del Golfo está amenazando a las personas que están ahí”, señaló el alto uniformado.
Pese a que las actuales amenazas han sido catalogadas como un rumor, las jornadas de desplazamientos forzado de los campesinos que viven en esta zona del departamento se han evidenciado desde el 2020. De acuerdo con el diario El Espectador, el año pasado, la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) denunció que el 20 de noviembre, a las 6:00 p.m, Los Caparros impusieron un toque de queda y anunció un paro armado, tras la muerte de alias Caín, quien habría hecho parte de esta estructura desde 2016. Por lo que varias familias tuvieron que desplazarse forzosamente de la vereda Buenos Aires y Cáceres, hacia Caucasia.
Ante estos hechos, la Unidad de Víctimas prestó atención a las cerca de 65 familias que se desplazaron de estos dos municipios.
“Se entregó ayuda humanitaria a 65 familias (222 personas) que todavía no han podido regresar a su territorio tras más de dos meses de desplazamiento forzado. Las familias derivan su sustento de los cultivos de plátano, yuca, maíz, arroz y de la cría de especies menores; comercializan el plátano en la zona urbana de Caucasia”, informó la Unidad.
Durante el 2020, la Unidad para las Víctimas en Antioquia atendió 16 eventos de desplazamientos masivos, de los cuales diez fueron en el Bajo Cauca, en articulación con los entes territoriales, con alimentos, elementos de albergue y de cocina, además de cerca de 2.266 millones de pesos en apoyo en dinero como mecanismo de subsidiariedad destinados para apoyar a los municipios afectados.
Ante el reciente desplazamiento, el vocero de la ONG del Proceso Social de Garantías, Yesid Zapata, afirmó, “los habitantes sienten temor y deciden, gota a gota, irse desplazando de manera forzada del territorio. Todo por miedo de esta comunidad por los últimos hechos.”
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: