El silencio de Verónica: ocultó que tenía covid-19, contagió a su familia y todos estaban muertos 42 días después

La mujer le dijo a sus hijos y a su esposo que tenía una fuerte gripe

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Imagen de archivo de una enfermera tratando a un paciente de coronavirus en la UCI del Hospital Municipal Parelheiros SPDM de Sao Paulo, Brasil. 3 junio 2020. REUTERS/Amanda Perobelli
Imagen de archivo de una enfermera tratando a un paciente de coronavirus en la UCI del Hospital Municipal Parelheiros SPDM de Sao Paulo, Brasil. 3 junio 2020. REUTERS/Amanda Perobelli

Verónica García Fuentes, de 36 años, José Antonio Gómez, de 33 años, y sus hijos, Nicol Verónica Gómez García, de 17, Jhoneider Stiven y Jhoneiker Emmanuel Gómez García, estos últimos de cuatro años, murieron el pasado mes de enero a causa de covid-19. El esposo y los niños se contagiaron en su propia casa después de que Verónica ocultara su estado de positiva, haciendo pasar su afección como “una gripa”.

El portal venezolano La Nación web conoció la historia de Verónica, quien empezó a sentir síntomas en la segunda semana de diciembre. La fiebre estaba a niveles altos, estornudaba seguidamente y sentía malestar general, por esta razón, el 17 de diciembre fue al Centro de Diagnóstico Integral en Táriba, al occidente de Venezuela, donde le practicaron la prueba rápida del covid-19, la cual salió positiva. Al parecer, el miedo la nubló y no le dijo a su familia.

Tres días después, el 20 de diciembre, se practicó la prueba PCR en un laboratorio privado y también salió positiva, por lo que inició un tratamiento en casa, pagando un médico privado, y permaneció aislada, según reporta La Nación. Seguía siendo “una gripa”, pero cada vez más fuerte. Siete días después, su esposo asistió a una reunión familiar fuera de su municipio, donde decidió quedarse. Aunque este tipo de encuentros están prohibidos, en esa oportunidad había más de 20 personas en el lugar. Hubo licor y todo lo común en este tipo de eventos; en ese momento, Verónica lo llamó y le pidió que se devolviera, revelándole, finalmente, que era una paciente positiva para coronavirus y él podría estar contagiado, relató su cuñada, Mariela García.

Posteriormente, todos en la casa se practicaron una prueba rápida, que dio negativa. Sin embargo, se aislaron al interior del hogar y se trataron con remedios caseros y medicamentos tradicionales; en cuestión de días Verónica se complicó y fue trasladada a un centro asistencial privado, porque temía ir al Hospital Central. La mujer se complicó, el covid pasó a una etapa de neumonía y debió quedarse en observación, según le indican a su esposo.

Ante esto, José Antonio y sus hijos se sometierton a una prueba PCR que, finalmente, arrojó un resultado positivo, aunque no presentaban síntomas, y se aislaron en casa. Para el 14 de enero, la salud de Verónica se empezó a deteriorar rápidamente, por lo que, a los pocos días, debió ser intubada, ya que no podía respirar por sí sola. “Él estaba muy preocupado”, le dijo su hermana, Mariela, al medio venezolano. “Le dije que tuviera mucha fe en Dios, que él era una persona joven, que se cuidara y que, además, era asintomático, sin ninguna complicación. Sí recuerdo que me dijo que tenía una tosecita, por la noche y por la mañana, los niños también, pero insistía en que era por el frío en la madrugada y parte de la mañana”.

A pesar de aislarse, incluso evitando ver a sus padres, el sábado 16 de enero su estado de salud se complicó también y debió ser llevado al hospital. Según una placa de tórax que le practicaron, sus pulmones estaban completamente negros, pero José negaba ser paciente fumador, por lo que los médicos determinaron que fue a causa de un tratamiento tardío. De ahí en adelante, sus síntomas llegaron.

Nicol Valeria, la hija mayor, empezó con dolor de cabeza, fiebre y una tos que no la dejaba respirar. Todo esto mientras estaba al cuidado de un familiar. Los dos niños permanecían sin síntomas.

El lunes 18 de enero, el covid-19 se llevó a Verónica García Fuentes, pero su esposo no recibió la noticia; de hecho, José Antonio Gómez murió el 19 de enero, a las 3:30 p.m., posiblemente, sin saber que su esposa había partido antes que él. Pero la tragedia continuó: la salud de Nicol siguió decayendo, por lo que fue trasladada a un centro médico. Mientras van en el carro de su abuelo materno, camino al hospital, Nicol muere.

Los otros dos menores, gemelos, que estaban al cuidado de otros parientes, comenzaron a presentar síntomas fuertes. Por lo cual, el miércoles 27 de enero, fueron hospitalizados y les diagnostican bronconeumonía, confirmó su tía. Su padecimiento terminó ese mismo día: fallecieron a los 4 años, .

El único cuerpo que fue enterrado fue el de José Antonio: los de su esposa e hijos fueron cremados.

“Hay que tener cuidado. Tenemos que pensar que todo lo que se parezca al covid es covid, así de sencillo. No podemos decir ‘yo lo que tengo es gripe’, porque muchos con esa ‘gripe’ han fallecido. Todo lo que parezca covid, es covid hasta que no se demuestre lo contrario”, sentenció la doctora Amelia Fressel, autoridad principal de salud del Estado de Táchira, donde murió la familia Gómez García, solo 42 días del primer diagnóstico.

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