Las últimas semanas para Yoreli Rincón, una de las futbolistas colombianas de más renombre, parecen ser de ensueño: el pasado 28 de enero fue incluida en el equipo ideal de la década (2011-2020) de la Conmebol, y el 18 de ese mismo mes, la deportista aseguró que pronto se casará con la también futbolista Jay Oliveros, de nacionalidad venezolana.
En contexto: Yoreli Rincón incluida en el equipo ideal de la década en Conmebol
El anuncio de su matrimonio lo dio desde se cuenta en Instagram, en una conversación de “falso o verdadero” con sus seguidores, quienes le preguntaron si era verdad que pronto se casaría.
La nacida en Piedecuesta (Santander), de 27 años, les respondió que sí era verdad. “Lo que pasa es que lo aplazamos por el tema que me vine aquí a Italia, después por la pandemia, pero pronto”, aseguró.
En la actualidad, la volante que ha vestido la ‘10′ de la selección colombiana de fútbol, milita en el Inter de Milán, aunque también ha jugado en los clubes Piracicaba (Brasil), FC Malmo (Suecia), Western New York (Estados Unidos), ASD Torres (Italia) y Avaldsnes (Noruega), además de los colombianos Patriotas, Atlético Huila y Junior.
Esta no es la primera vez que Yoreli anuncia que se va a casar. Ya lo había hecho el 12 de febrero de 2019, un día antes de que abandonara el país rumbo a Brasil, donde fue fichada. En ese entonces, también en Instagram, le preguntó a sus seguidores: “Hoy es mi último día en Colombia, ¿ustedes qué harían hoy?”.
A la respuesta de uno de ellos, de visitar el Santuario de Monserrate, Yoreli dijo: “¡No! Después no me caso. No acabe con mis ilusiones tan rápido”. Su respuesta estuvo acompañada de una foto en la que encerró el anillo de compromiso con Jay Oliveros.
Desde que están juntas, Yoreli Rincón ha defendido su relación a ‘capa y espada’ de quienes la cuestionan. En octubre de 2018, los medios colombianos documentaron un menaje sobre lo genuino que es su amor:
“Es más lindo ver el brillo de tus ojos cada amanecer, y sonreír a tu lado más noches mientras siguen diciendo que es y que no es permitido. Tú y yo seguimos aportando momentos realmente importantes a nuestras vidas. Con la prisa del tiempo en el que vivimos hoy en día, no nos permitimos vivir a plenitud, con tantos prejuicios en los que habitamos nos da miedo ser felices”.
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