Para diciembre de 2020, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en Inglés) recogió que se presentaron 11 emergencias humanitarias en Colombia por desplazamientos forzados masivos, confinamientos por amenazas a la población civil a causa de enfrentamientos por grupos armados y desastres naturales. Cauca, Antioquia, Nariño y Meta fueron los departamentos más afectados.
Según el reporte de la entidad multinacional, en Colombia se registraron 1.535 personas víctimas de desplazamiento forzado en el último mes de 2020. Los hechos datan de cinco casos puntuales: el primero fue el desplazamiento de 899 indígenas en Bahía Solano, Chocó, el 4 de diciembre, tras el asesinato del líder social Miguel Tapí Rito. Ese día el líder indígena fue abordado y llevado a la fuerza por hombres armados en la zona de río Valle, quienes posteriormente lo degollaron y dejaron su cuerpo en un sector aledaño.
Tapí era reconocido en su comunidad como uno de los voceros más importantes de la zona donde también se desempeñó como gobernador de los resguardos de las comunidades Bacuru Purru y El Brazo, a dos horas del corregimiento El Valle. La Comisión de la Verdad rechazó este acto y pidió proteger la integridad de las comunidades.
El segundo evento trágico se dio el 20 de diciembre el Alto Baudó, Chocó, cuando 94 indígenas fueron desplazados por amenazas. Posteriormente, el 21 de diciembre, fueron expulsados de su territorio 91 personas en el municipio de Caucasia, Antioquia. Luego vino el cuarto caso en Roberto Payán, Nariño, el 23 de diciembre por enfrentamientos entre grupos armados, amenazas y asesinatos. Aquí tuvieron que irse 333 personas.
Finalmente, según el informe, el quinto se dio el 30 de diciembre en Argelia, Cauca, cuando por amenazas y asesinato de líderes sociales, 118 personas de 50 familias tuvieron que dejar su territorio.
El informe deja ver que el 25 por ciento de los desplazados fueron afrocolombianos, 75 por ciento indígenas, 21 por ciento hombres, 25 por ciento mujeres y 29 y 24 por ciento niños y niñas, respectivamente. Sin embargo, explican que no se conoce la información de 84 por ciento de los afectados por este acto violento. Durante todo el año, se desplazaron a 25.366 personas en 94 eventos.
La ONU también registró los confinamientos que se presentaron a causa de enfrentamientos entre grupos armados que dejaron cifras de 4.661 personas de 1.494 familias. Los eventos a los que hace referencia el informe se dieron el 3 de diciembre en Santa Bárbara de Iscaundé, en Nariño, y el 6 de diciembre en Bojayá, Chocó. De estas 86 por ciento fueron afrocolombianos, 14 por ciento indígenas, 23 por ciento hombres y 19 por ciento mujeres. Acá la cifra de niños sube a 34 por ciento y de niñas a 24. En total, durante todo el año 2020, Colombia reportó 74.312 víctimas de confinamiento que se dieron en 36 casos.
En el caso de los desastres naturales, en diciembre hubo cuatro eventos principales: el primero el 10 de diciembre en Barbacoas, Nariño, cuando una inundación afectó a 6.000 personas después de que se desbordara el río Telembí por las fuertes lluvias; el segundo se dio el 12 de diciembre en San Luis (Vereda el Silencio), en Antioquia, por un deslizamiento que dejó a 30 personas de 7 familias afectadas; el tercero fue por otro deslizamiento el 25 de diciembre que dejó el mismo saldo de víctimas y luego, el 27 de diciembre una inundación en El Dorado, Meta, dejó a 8 personas en condición de vulnerabilidad.
El informe reporta que 366.241 personas fueron afectadas por 93 desastres naturales en 2020 y que muchos fueron por el paso de los huracanes ETA y OITA.
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