Desde hace un tiempo el gobierno de Iván Duque y él mismo han aprovechado los espacios en los que la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, ha avanzado con temas de los excombatientes para pedir que aquellos que participaron en el conflicto armado no tengan espacio en el congreso y renuncien a sus curules.
Estas alternativas que está utilizando los miembros del gabinete de Duque y el presidente han sido en las ocasiones donde los excombatientes han hablado ante la JEP o esta entidad los ha judicializado por sus diferentes acciones ilícitas que realizaron mientras se encontraban formando las filas de la extinta guerrilla de las FARC.
Esto pasó cuando se reveló información sobre el magnicidio de Álvaro Gómez. Para esa ocasión el primer mandatario pidió que Julián Gallo, excomandante de las FARC-EP, entregara su curul. Por el lado de la senadora Paloma Valencia, hace ya unas semanas, pidió que renunciaran todos los congresistas que fueron imputados por la JEP por el delito de secuestro. Y esta vez fue el presidente de la República quien utilizó como justificación la sanción de la ley que impide la prescripción de los delitos sexuales contra los niños para hacer una petición del mismo estilo.
Durante el encuentro en el que se oficializó la ley que impide la prescripción de los delitos sexuales contra los niños, Iván Duque comentó que se debía quitar para siempre ese credo del reclutamiento de menores, pues para él este es un tipo de abuso hacia los niños jóvenes. Y, además, dijo que para aquellos reinsertados que acepte esta responsabilidad frente a la Justicia Transicional deben retirarse de su labor pública y no quedarse con “lágrimas de cocodrilo”.
Según Duque, permitir que aquellos que actuaron de esta manera no sería consecuente darles un espacio en el Congreso ya que se implicaría una revictimización para aquellos que fueron blanco de este tipo de delitos. Seguido de esto pidió que la Justicia Transicional avance en los casos de reclutamiento forzado de menores y se sepa la verdad sobre estas prácticas.
En la ceremonia de ayer, 3 de febrero, en la que se emitió la ley ya mencionada, el presidente lo catalogó como un evento “histórico para toda la niñez”. Para Iván Duque, esta ley es una muestra de que el país se une para defender a los niños: “no hay colores o causas partidistas”. De igual manera, reforzó que “la imprescriptibilidad es para que ningún bandido pretenda arrebatar la inocencia de un niño y que quede en la impunidad. Todos los niños de Colombia están protegidos en el derecho y en el tiempo”.
Frente a este tema se pronunciaron unos abogados los cuales creen que “este tipo de leyes podrían tener un efecto adverso e incluso favorecer la impunidad, pues no habría afán para llevar a cabo las investigaciones, ya que no hay un tiempo límite”, según información del periódico El Espectador.
Durante esta ceremonia el presidente también tuvo espacio para hablar sobre que el Congreso ya había tomado importantes medidas a favor de la niñez. Recordemos que el año pasado el Congreso aprobó ella ley que crea la prisión perpetua para violadores y asesinos de niños, niñas y adolescentes.
Y sobre este último tema, Duque informó que para marzo de este año se radicará la reglamentación de este acto legislativo. Y aunque esta ley ya es constitucional, la cadena perpetua no se podrá aplicar hasta que haya otra ley que la regule.