A orillas del embalse El Peñol, en la localidad turística de Guatapé, Antioquia, se ubica la hacienda ‘La Manuela’, una de las propiedades que dejó el narco colombiano Pablo Escobar, pero que hoy la Sociedad de Activos Especiales (SAE) logró recuperar para despojarla de su pasado de criminalidad.
Según contó el director de la SAE, Andrés Alberto Ávila, a Noticias Caracol, 30 años después se dieron cuenta de que un mayordomo del capo explotó esa hacienda, sin generar recursos para el Estado, haciendo “narcoturismo”.
“Él traía gente, visitaban el predio, contaba la historia de Pablo Escobar pero eso no le generaba plata la Estado”, explicó Ávila. La SAE logró recuperar este activo y desalojó al mayordomo y a su familia, pero en el proceso hubo amenazas.
Se trata de William Duque, quien fue contratado por la esposa de Escobar, María Victoria Henao, como jardinero de la mansión. Tiempo después pasó a ser vigilante, y tras la muerte del capo, la viuda le encargó cuidarla. En las aproximaciones a la finca, montó además un restaurante bar en el que ofrecía a los clientes un juego de paintball entre las ruinas de ‘La Manuela’.
Dicen que La Manuela fue la segunda casa favorita del líder del Cartel de Medellín después de la hacienda Nápoles. Fue una mansión señorial construida en un terreno de ocho hectáreas, rodeada de una piscina, un campo de fútbol, un helipuerto, pistas de tenis, establos, un muelle para hidroaviones, entrada especial para motocicletas y árboles importados.
Aunque no sea tan conocida, La Manuela también fue reflejo de las excentricidades del narcotraficante. Las paredes de la casa principal fueron construidas con doble fondo para usarlas como caletas del dinero del negocio de la coca. Además tenía una casa de invitados, y contaba con un cuerpo de seguridad de 120 sicarios.
La SAE en busca de las propiedades de la criminalidad
De las 28 mil propiedades que tiene en su poder la Sociedad de Activos Especiales, tienen operaciones en 3 mil activos, los cuales buscan arrendar. Todo este portafolio de bienes supera un valor de los 15 billones de pesos, según detalló el noticiero.
“Somos la inmobiliaria más grande del país y del mundo en la administración de inmuebles ilícitos. Y uno de los holding de industria más representativos de Colombia, con 2 mil empresas en 17 sectores de la economía”, comentó el director de la entidad.
La SAE maneja todo tipo de bienes, pero aseguró Ávila que hay un problema porque los procesos de extinción de dominio se demoran mucho tiempo, cerca de 30 años, y contó que siguen existiendo bienes de reconocidos narcotraficantes que hoy no han sido extintos.
“No solamente borraban los activos del inventario, lo que hace que nosotros no encontremos los bienes, sino que arrendaban los activos por valores inferiores a los del mercado o los arrendaban y los recursos no llegaban al Estado”, explicó el funcionario.
Sobre el dinero que recoge la entidad a partir de todo lo que logra arrebatarle a la criminalidad, contó Ávila en Noticias Caracol, que mucha de esa plata se va a las víctimas, a financiar la Agencia Nacional de Tierras, para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y hasta para el archipiélago de San Andrés.
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