En Medellín, ni los lugares de oración se salvan de la delincuencia común. Se sabe que en la capital del departamento de Antioquia son muchos los paisas que profesan alguna religión, especialmente la católica, y que suelen realizar sus oraciones y actos de fe en las iglesias más cercanas a sus hogares; sin embargo, los habitantes de un barrio popular de Medellín empezaron la semana con la noticia de que una de las iglesias de la zona había sido víctima de los amigos de lo ajeno.
Aunque la pandemia no ha permitido que los feligreses asistan a las misas y cultos religiosos, como estaban acostumbrados antes de que el coronavirus cambiara la normalidad de todos los colombianos y habitantes del mundo, en algunos lugares del país se ha permitido que las iglesias vuelvan a funcionar cumpliendo con los protocolos de bioseguridad para evitar más casos de contagio.
El cura de la Parroquia de Los Doce Apóstoles, ubicada en la carrera 50A con calle 58, en el barrio Prado Centro que pertenece a la Comuna 10 - La Candelaria de la capital de Antioquia, se encontró en la mañana del pasado 2 de febrero cuando ingresaba a la iglesia, como todas las mañanas, con que faltaban algunos implementos básicos para llevar a cabo los tradicionales encuentros religiosos, aparentemente, ni los doce apóstoles pudieron impedir la entrada de los delincuentes.
Según informó el sacerdote al portal regional Minuto 30, los ladrones habrían ingresado al lugar sagrado en horas de la noche del lunes y se habrían llevado implementos sagrados que están avaluados en un millón de pesos. “Estas personas se llevaron una cruz de bronce y dos candelabros del mismo matrimonio, todo con un valor estimado de un millón de pesos”, denunció el párroco.
Al percatarse de la falta de la cruz y sus dos respectivos candelabros, el sacerdote acudió a la Policía Metropolitana para informar de lo sucedido y realizar la denuncia correspondiente para que se iniciara la investigación que podría dar con los responsables. Según informaron las autoridades a RCN Radio, el sacerdote los alertó a través de la línea 123 y ellos llegaron al lugar para verificar la información.
Los uniformados informaron que, efectivamente, los rateros habían ingresado a la parroquia por el techo utilizando la modalidad de ventosa, que consiste en perforar o dañar alguna puerta o ventana para invadir un lugar y, en seguida, sacar las pertenencias de ese sitio por esa apertura.
Tras confirmar la información, la Policía Metropolitana informó que se encuentran revisando las cámaras de seguridad del sector para identificar a los responsables y lograr su captura, así como recuperar los objetos robados. Mientras tanto, los feligreses han manifestado su inconformidad con la situación pues sienten que estas personas ni siquiera respetan sus creencias y, por el momento, no tienen una cruz a la cual prenderle velas.
Esta no es la primera vez que esta parroquia es víctima de los inescrupulosos ladrones de la zona, pues en 2019 el párroco Jamer Rafael había denunciado en Teleantioquia que durante una semana fue víctima de los hurtos que lo dejaron sin luz durante cinco días. En ese entonces, los amigos de lo ajeno se robaron el cableado de luz de la iglesia y cada vez que el padre lo colocaba de nuevo, se lo robaban otra vez, siendo víctima de hurto cinco veces en una semana.
Según el padre en su denuncia en el medio regional, “temo que se roben el sagrario de la iglesia porque todo el tiempo está expuesto”. Agregó que él vive en la casa cural que está al lado de la parroquia y que a ese lugar también han intentado ingresar los delincuentes, pero no han podido.
Sin embargo, en los últimos días, el fiscal Francisco Barbosa confirmó que los homicidios en algunas zonas de Medellín se habían reducido hasta un 50% y que se han capturado varios integrantes de estructuras de microtráfico en la ciudad, mientras que en las zonas rurales de Antioquia se están dando capturas de personas que pertenecen a grupos del narcotráfico.
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