Cerró la edición 2021 del ‘Hay Festival’, cuya edición virtual y gratuita, superó el millón de participantes conectados a los diálogos entre autores colombianos e internacionales, músicos y artistas, cuya diversidad temática fue una brisa cultural en la crisis por pandemia que vive Colombia.
No importó la distancia, tampoco la conexión, porque el flujo de visitantes se mantuvo al alza en las jornadas que ocurrieron entre Cartagena, Antioquia y Jericó, éste último combinó presencialidad y virtualidad.
La temática de este año fue abierta: confluyeron las ideas sobre la historia afrocolombiana, la sociedad de la seducción, el poder de las letras femeninas y la pobreza global, por destacar tan solo algunas, con escritoras como Margarita Posada y Melba Escobar, por el lado colombiano.
En la última jornada, primaron discusiones de corte social, como la charla sostenida por el historiador Alfonso Múnera con el investigador afrocolombiano Javier Ortiz Cassiani acerca del racismo así como la necesidad de prestar atención al movimiento de la “historia hegemónica”, con dos libros publicados recientemente: Fronteras imaginadas y El fracaso de la nación.
El enfoque internacional contó con la presencia del filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, quien presentó ideas sobre ‘Gustar y emocionar’, lo que él denomina como un ensayo sobre la sociedad de seducción.
Afirmó que dicho proceso de seducir cuenta con dos miradas: lo erótico, que incluye el cortejo y las dinámicas de pareja; abarca mecanismos de cortejo y dinámicas de pareja; de otra parte la seducción como dominio del presente, enmarcados en disciplinas como la política, la educación y la economía.
La visión femenina
Como una muestra de la preponderancia que ganan las voces femeninas en todos los ámbitos, en la última jornada se escucharon, y se percibieron, escritoras como la británica Bernardine Evaristo, quien compartió el Booker 2019 con la multipremiada Margaret Atwood, escritora de ciencia ficción.
Evaristo abrió la discusión en torno a lo que significa su rol de la mujer negra en la escritura, coincidió en el sentido de lo afro, la escritora haitiana-estadounidense Edwidge Danticat, quien conversó con el dominicano Frank Báez, quien así mismo es un maestro de guionistas, acerca de la mirada femenina en la literatura contemporánea.
Hubo espacio para el #MeToo con la presentación de “El Consentimiento”, primera novela de Vanessa Springora, en la que utilizó su voz personal para destapar un caso de abuso que alcanzó la estratósfera mediática francesa.
Destacable la participación de dos escritoras colombianas como Melba Escobar y Margarita Posada, quienes aprovecharon los escenarios virtuales para resaltar la vitalidad de la voz femenina, así como la potencia de la autobiografía en la narración literaria.
Inevitable conclusión
En el escenario de los derechos humanos y animales, fue el australiano Peter Singer, quien abordó desde una perspectiva bioética las implicaciones de estos temas complejos en un mundo que está abocado a la tragedia por la crisis de la covid-19.
La conversación de cierre, entre la política y la música, corrió a cargo del escritor estadounidense Paul Auster y del músico panameño Rubén Blades, cada uno desde su orilla ideológica en busca de la definición más amplia de la libertad de elección y conciencia, matizada por las anécdotas de Blades, el músico que puso el discurso a la salsa.