“La violación de vírgenes le daba energía sexual”: la aberrante estrategia de poder del exparamilitar Hernán Giraldo, quien tendría unos 30 hijos producto del abuso a menores

La investigadora en el caso aseguró que una treintena de hijos ahora delinquen y siguen los pasos de su padre, el exjefe paramilitar, entre otros familiares de alias ‘Taladro’.

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Foto de archivo. El comandante paramilitar Hernán Giraldo camina después de entregar su arma en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, 3 de febrero, 2006. REUTERS/Fredy Builes
Foto de archivo. El comandante paramilitar Hernán Giraldo camina después de entregar su arma en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, 3 de febrero, 2006. REUTERS/Fredy Builes

Tras cumplir una condena en Estados Unidos de ocho años de prisión, llegó la polémica noticia de que Hernán Giraldo, alias ‘Taladro’, sería traído al Colombia para terminar de pagar las deudas que tiene ante la ley luego de pertenecer y ser un jefe paramilitar de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia). En la tarde del lunes 25 de enero, ‘Taladro’ llegó a Colombia y se espera que, en territorio nacional, sea encarcelado por otros 8 años más, de acuerdo con la Ley de Justicia y Paz promovida por el expresidente Álvaro Uribe. En medio de su proceso en Colombia, Norma Vera Salazar, experta en derechos humanos y en Derecho Internacional Humanitario, y quien lleva la investigación sobre el también conocido como ‘el señor de la sierra’, habló con el periódico El Tiempo, y reveló detalles del accionar criminal del hombre.

Este es el momento exacto en el que llega al país Hernán Giraldo Serna

Vera, que ha recopilado el testimonio de varias víctimas de Giraldo, detalló, en su conversación con ese diario nacional, datos respecto al comportamiento criminal de Giraldo que, en su historial, acumula 201 casos de abuso sexual que, de acuerdo con la investigadora, involucran a niñas menores de 14 años.

“Hernán Giraldo Serna es la única persona en la guerra colombiana que ha perpetrado de manera sistemática, y como política propia (...) dentro de la metáfora construida por Giraldo, en su apropiación del discurso de género machista y patriarcal, él decía que cada vez que se acostaba con una niña virgen, su masculinidad se veía reforzada. La violación de vírgenes le daba energía sexual, era lo que él pensaba”, manifestó Vera.

Según las indagaciones de la experta sobre el exjefe paramilitar, las niñas víctimas de Giraldo tenían una apariencia física similar, y una condición socioeconómica parecida. Las menores abusadas eran blancas, voluptuosas y de caderas anchas, esta última característica la más importante para alias Taladro pues, según él, las niñas con un fenotipo como ese serían capaces de darle hijos más sanos.

Este punto es clave para la investigadora que, le explicó al periodista que, además de usar las violaciones a las menores de edad como una forma de “reforzar su masculinidad”, encontraba en el abuso sexual una forma de ejercer poder sobre el territorio. Al abusar de menores, y al dejarlas embarazadas, aseguraba lo que para él era una especie de herencia en los territorios para mantener su poderío criminal a través de sus hijos.

Fotografía cedida por Migración Colombia que muestra al exjefe paramilitar colombiano Hernán Giraldo Serna (c), luego de su llegada en calidad de deportado desde los Estados Unidos a Bogotá (Colombia). EFE/ Migración Colombia
Fotografía cedida por Migración Colombia que muestra al exjefe paramilitar colombiano Hernán Giraldo Serna (c), luego de su llegada en calidad de deportado desde los Estados Unidos a Bogotá (Colombia). EFE/ Migración Colombia

“Giraldo Serna violó a estas menores con el fin de tener una estructura intergeneracional de poder que le garantizara su linaje, su control del territorio a través de hijos consanguíneos. Veinte años después podemos verificar esta intención, pues ya han sido judicializados algunos de sus hijos y familiares (...) La violencia sexual ejercida contra las menores le garantizó la permanencia de su política paramilitar”, detalló Vera que, además aseguró que entre sus archivos, hay más de 50 hijos de Giraldo Serna, sin contar con los que no están legalmente registrados.

Las niñas vivían en entornos muy pobres y, según Vera, “eran hijas de campesinos semianalfabetas o analfabetas que no tenían la capacidad para denunciar ni oponer resistencia”.

En este punto hizo énfasis la experta en derechos humanos pues, ante la pregunta del periodista de El Tiempo sobre la forma en la que Giraldo accedía a las niñas, Vera aseguró que nunca hubo consentimiento de los padres, que ellos no entregaban voluntariamente a sus hijas, sino que, bajo amenazas armadas, no tenían de otra más que dejar que se llevaran a sus niñas.

“De ninguna manera es cierto que los padres dieran consentimiento, no puede haber consentimiento cuando existe un control en el territorio bajo la lógica de las armas. No obstante, es cierto, y está documentado, que varios padres entregaron a sus hijas sin resistencia, porque está claro que al que opusiera resistencia lo mataban”, aclaró la funcionaria que además puso sobre la mesa un ejemplo específico para explicar la situación.

Observatorio de Memoria y Conflicto del CNMH registró al menos 15.076 víctimas de violencia sexual durante el conflicto armado, entre 1958 y 2017; de los cuales los paramilitares fueron responsables de 4.837 casos (32,2%) Reuters
Observatorio de Memoria y Conflicto del CNMH registró al menos 15.076 víctimas de violencia sexual durante el conflicto armado, entre 1958 y 2017; de los cuales los paramilitares fueron responsables de 4.837 casos (32,2%) Reuters

Vera le relató al periódico que existió el caso de un hombre que fue degollado frente a sus hermanas luego de que él le reclamara a hombres armados por la violación de dos de sus hermanas, “no había forma de que alguien en el territorio se resistiera. La gente no podía decir que ‘no’ ante la violencia sexual”.

Giraldo ahora está en Colombia y, los habitantes de los territorios a los que atemorizaba de la mano de sus cerca de 1.200 hombres pertenecientes al bloque de Resistencia Tayrona (Sierra Nevada de Santa Marta y el departamento del Magdalena, entre 1990 y 2006), tienen miedo respecto a lo que pueda suceder con ‘Taladro’ pues, se habla incluso de la posibilidad que tiene el exjefe paramilitar de quedar libre al considerarse que ya pagó ocho años de prisión en Estados Unidos.

“Hay miedo en el territorio, la gente le tiene miedo a Giraldo, la gente está asustada. Pero también da más miedo la impunidad, el silencio. Los líderes y defensores de derechos humanos tienen miedo, y los procesos de restitución en la Sierra Nevada se van a parar”, resaltó Vera.

Ante la remota posibilidad de que Hernán Giraldo Sierra quede en libertad, el miedo de población respecto a la continuación de la violencia en los territorios en los que delinquía Giraldo Sierra persiste, no solo por los grupos armados al margen de la ley que todavía siguen allí, sino porque, según Norma Vera Salazar, experta en derechos humanos y en Derecho Internacional Humanitario, con o sin la libertad del ‘señor de la sierra’, todavía hay un linaje de pensamiento arraigado respecto a lo impuesto por ese exjefe paramilitar mientras estuvo activo, sus ideales e influencia se mantienen vigentes.

“Espero que me equivoque, pero mi investigación ha demostrado que más de 30 de sus hijos y familiares siguen delinquiendo, por lo que no creo que exista la intención de paz”, concluyó Vera Salazar.

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