El pasado 4 de septiembre, a través de las redes sociales, circulaban desgarradores videos en donde, dentro de un centro de atención inmediata (CAI), jóvenes detenidos se habían quedado encerrados mientras un incendio destruía de a pocos las instalaciones de ese centro policial. Las madres y familiares de los jóvenes gritaban a las afueras del establecimiento y buscaban desesperadamente formas de sacarlos de allí. La revista Semana reveló, en la mañana de este domingo 31 de enero, que dos policías estarían involucrados en los hechos.
De acuerdo con la información de ese medio colombiano, la Fiscalía citó a una audiencia de imputación de cargos a Aleida del Pilar González y Jorge Suárez, dos patrulleros que ahora tendrían que responder ante la ley por el delito de homicidio doloso agravado o, como lo dice la imputación de manera literal, “homicidio doloso agravado en concurso homogéneo, en concurso heterogéneo con homicidio doloso agravado tentado”, luego del fallecimiento de ocho jóvenes a causa del siniestro.
La citación llega gracias a los testimonios que, según reporta ese medio colombiano, tiene la Fiscalía en su poder en los que otros policías aseguran que los dos patrulleros serían los responsables del incendio ocurrido en la sala de detenidos de la estación, además de videos que también servirían de prueba para la imputación de cargos.
Según investigadores en el caso, en la escena de los hechos, que ahora se convertiría, según los testimonios, en la escena de un crimen, se encontraron rastros de gasolina, lo que habría desatado la propagación masiva del fuego. Así mismo, informo Semana, quedó reportado que, según testigos del caso, no hubo mucho esfuerzo humano, por parte de las autoridades, de salvar a los jóvenes dentro del CAI.
La revista recalcó que, en los informes, no se tiene muy claro que tan difícil era abrir las celdas para sacar a los jóvenes para evitar lesiones de gravedad, o lo que terminó ocurriendo, una muerte violenta. Así mismo, y como quedó en los videos de la población registrado, se ve cuando familiares intentan ayudar a los jóvenes y no se les permite, se ve claramente cuando una de las madres toma una manguera para tratar de extinguir el fuego, y segundos más tarde le es arrebatada esa herramienta de las manos.
De acuerdo con la reconstrucción de los hechos que hicieron varios medios de comunicación nacionales, las familias de los jóvenes se disponían a visitarlos ese 4 de septiembre cerca del mediodía, en el CAI de Villa Luz, en Engativá. Mientras hacían una larga fila, para lograr entrar a visitarlos, y entregarles comida y demás elementos. Ellos mismos, los familiares, habían denunciado que los jóvenes no recibían buenos tratos allí, no recibían alimentos, y los bañaban con agua fría para luego tenerlos en un hacinamiento que calificaban como ‘desesperante’.
“Estábamos familiares de los detenidos exigiendo una visita. El 3 de septiembre les habían propinado unas golpizas; los policías sabían dónde pegar para no evidenciar maltratos. (...) La policía recibía la comida, y lo que hacían era botarla cuando nosotros nos íbamos”, denunció una de las madres de los jóvenes en un testimonio recopilado por esa revista.
Tras una fila de cerca de dos horas, los familiares y reclusos fueron informados de que no podrían verse, y se presentó una discusión entre las partes involucradas. Sobre las 2:00 p.m. el fuego apareció dentro del CAI, y comenzó el drama de los detenidos y sus familiares.
De acuerdo con el comandante de la Policía de Cundinamarca, el coronel César Ovidio Castro, “se presentó una asonada al CAI por parte de los familiares, quienes querían visitar a los detenidos, por lo que los capturados prendieron el fuego con sus colchonetas y se registró ese incendio”.
Lo que reportó la revista Semana es que el próximo jueves, 4 de febrero, justo cinco meses después de la tragedia, un juez de la República entregará las pruebas que tiene y que involucrarían a Aleida del Pilar González y Jorge Suárez.