Decapitaron a líder comunitario en Antioquia y asesinaron a otro en Huila

No termina el primer mes del año y ya Colombia registra 18 líderes sociales asesinados, entre los casos reportados estaría el sangriento homicidio de un líder comunitario en Yarumal (Antioquia), en el occidente del país, que de acuerdo a versiones de las autoridades fue decapitado.

Se trataría de José Miguel Barrientos Uribe, de 39 años, quien en las primeras informaciones que le entregaron al Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Paz (Indepaz) fue identificado inicialmente como Miguel Uribe.

“El cuerpo presentó heridas con arma de fuego que inicialmente le causaron la pérdida de su vida. Posteriormente, los criminales lo decapitaron. Arrojaron su cabeza en el centro del poblado de Ochalí”, informó el coronel Jorge Cabra, comandante de la Policía de Antioquia.

Las autoridades indicaron que primero habían hallado el cuerpo del líder comunitario, y que luego encontraron la cabeza en las inmediaciones de la iglesia del corregimiento.

En la edición del sábado, del informativo de televisión Noticias Uno, también reseñaron este crimen, donde indicaron que el líder se dirigía en la madrugada del viernes a la vereda La Zorra de Yarumal, cuando lo interceptaron hombres armados que le dispararon en dos oportunidades y que luego le cortaron la cabeza.

El cuerpo del hombre fue transportado por el grupo de asesinos hasta Ochalí, donde lo dejaron abandonado en todo el centro de la población, para causar terror en sus habitantes.

“La cabeza la trasladan hacia el corregimiento, más exactamente al lado de la iglesia y allí la dejan. Este crimen tiene una intención y es el dejar un mensaje de horror a los líderes”, informó Yesid Zapata, defensor de derechos humanos en Antioquia.

En Noticias Uno consultaron con otros líderes sociales que señalaron que estos hechos sangrientos no se veían en la zona desde la violencia que perpetraban grupos armados ilegales en contra de la población civil entre las décadas de 1980 y la primera del 2000.

“Estos hechos reviven la crueldad del conflicto que ha golpeado en las últimas tres décadas al corregimiento de Ochalí. Recordemos las masacres del 17 de enero del 2000, donde fueron asesinadas 16 personas”, Sergio Mesa Veedor ciudadano.

En el noticiero recordaron que en junio y julio del año pasado también se habían reportado crímenes similares en el mismo departamento, como fue el caso de Arlet Estrada y Edier Lopera, quienes fueron degollados por hombres armados en Tarazá.

Lo más abominable, según informaron en Noticias Uno, fue que el cuerpo de Lopera fue expuesto por nueve días en donde fue asesinado, también para generar terror en la población.

Sobre la decapitación de Barrientos Uribe se investiga que grupo armado al margen de la ley habría perpetrado el sangriento crimen, pero los primeros señalamientos apuntan a reductos de los otrora grupos paramilitares.

Del otro caso del que se tuvo conocimiento fue el del homicidio de Arcenio Quinaya Ruiz, en el municipio de San Agustín en Huila, en el centro del país.

Según informaron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Paz (Indepaz), el crimen de Quinaya, de 45 años, ocurrió hacia las 7 de la noche del pasado viernes 29 de enero en la vereda Los Andes, cuando hombres armados le dispararon en varias oportunidades.

Este líder social se desempeñaba como tesorero de la Junta de Acción Comunal de esa vereda de San Agustín y además realizaba labores de agricultura en esa región del país.

Los homicidios de líderes sociales llegan así a la escabrosa cifra de 18 asesinatos en los primeros 31 días de 2021. De acuerdo con información de Indepaz, en Colombia fueron ultimados 310 líderes sociales en 2020, y van 1.133 desde que se firmó el acuerdo de paz entre la antigua guerrilla de las Farc y el Estado colombiano.