La muerte del exministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, causó una gran pérdida para su partido, el Centro Democrático, y para el gobierno de Iván Duque, ya que ha sido apoyado políticamente a su partido de diferentes maneras. En 2014 fue la fórmula vicepresidencial de Óscar Iván Zuluaga compitió contra Iván Duque hace dos años en la consulta por la candidatura uribista.
Desde hace un tiempo, Holmes Trujillo, puntuaba entre los primeros lugares del partido presidencial y, de acuerdo con su alta participación política, dentro de su partido estaba la idea de que él podía ser uno de los elegidos para ocupar grandes cargos, hasta la presidencia del país, donde contaba con el apoyo del expresidente Álvaro Uribe.
Este apoyo se dio gracias a que el ministro llevaba 20 años trabajando al lado de Álvaro Uribe y se había vuelto uno de sus hombres de confianza. Trujillo acompañó a Uribe en su gobierno como embajador, y en el momento crucial cuando Uribe empezó a conformar a su partido el Centro Democrático.
A principios de 2019, el entonces ministro de Relaciones Exteriores se encontraba en un foro realizado por la Universidad Eafit de Medellín, donde un estudiante que le preguntó si se postularía para presidencia en las próximas elecciones, a lo que Holmes contestó: “Llegado el momento se los diré pero, aquí entre nos, que no salga de Colombia, claro que sí, yo voy a aspirar en el 2022”, dijo. Luego, el año pasado se comentó que dejaría el cargo a mediados de este año para iniciar el camino de campaña política para el 2022.
De acuerdo con el comunicado que se emitió luego de saber de su fallecimiento, se confirmó que Holmes Trujillo era uno de los elegidos para las elecciones presidenciales por parte del Centro Democrático.
“Nos aflige profundamente la muerte de nuestro dirigente, cofundador del partido, candidato a la Vicepresidencia de la República y amigo entrañable, Carlos Holmes Trujillo. Fue un hombre lleno de inquietudes intelectuales y de sensibilidad social, que dedicó toda su vida a servir a los demás. El Centro Democrático se nutrió institucionalmente y en lo programático con su conocimiento y experiencia. Su presencia fue determinante en la organización de partido en los certámenes electorales en los que hemos participado y en el fortalecimiento de nuestro diálogo e interacción con los colombianos de todas las regiones. Era, por mérito propio, una de nuestras principales opciones para 2022”, dice el comunicado.
Por el lado del gobierno de Iván Duque, ayudó a bajar la marea dentro del Congreso donde se debatieron problemáticas sobre las masacres, los asesinatos de líderes sociales y desmovilizados, las actuaciones de la fuerza pública y el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía en las manifestaciones, los casos de abuso sexual de las tropas o el tránsito de militares estadounidenses por territorio nacional. Por involucrarse en el Congreso y tratar estos temas, el ministro terminó con dos mociones de censura que le sentenció la oposición, Gustavo Petro y Jorge Enrique Robledo, quien, Robledo fue uno de sus principales críticos.
Durante los dos años de gobierno de Iván Duque se ha criticado la ausencia del papel y las labores de sus ministros, hasta de él mismo, pero, en el caso del ministro de Defensa era todo lo contrario. Así como lo dijo el presidente en las honras fúnebres “el más amigo y más allegado”, es decir, su experiencia ayudó a que Duque recibiera consejos y se viera influenciado por sus ideales.
La llegada de Carlos Holmes Trujillo al ministerio de Defensa fue el afán que tenía Duque por poner en este puesto a alguien que organizara a las Fuerzas Militares y tuviera una figura de autoridad en todos los aspectos. Su tarea se enfocó en reconstruir la confianza que los colombianos tenían en las Fuerzas Militares, que, según encuestas, ha disminuido considerablemente en los últimos años. Para esta labor se rodeó de un equipo que lo ayudara con asesoría y, según fuentes castrenses, se le veía trabajando en mejorar la transparencia y la claridad en lo que comunican las instituciones militares.
La muerte inesperada del ministro de Defensa ha sido una de las pérdidas más grandes e importantes del Centro Democrático y para el Gobierno Nacional, por la responsabilidad y liderazgo que este tenía. Con esto deja al presidente sin una figura de autoridad para las Fuerzas Públicas y sin candidato presidencial al partido de centro derecha.
Según el profesor Juan Federico Pino, de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana, entrevistado por el periódico El Espectador, “el Centro Democrático, sin una figura unificadora como la de Carlos Holmes Trujillo, podría apostar por alguien de un perfil más radical y de sangre pura”.
Pino explicó que ante la ausencia del exministro los posibles precandidatos del Centro Democrático podrían ser Alejandro Char o Tomás Uribe. “El uribismo estaba en un escenario de división entre los más radicales y los que planteaban alianzas con otros sectores, y Trujillo tenía la ventaja de que era el puente entre ambas facciones. Era considerado moderado y cercano a los partidos, a lo que se sumaba su ascendencia regional. Su muerte marca la salida de un precandidato fuerte y obliga al partido a reconfigurarse totalmente”, agregó.
Por el momento, la dimensión de su ausencia vendrá de la mano con quién se designe su reemplazo. La decisión de quién poner a cargo es un trabajo difícil teniendo en cuenta que aún queda año y medio de mandato, y que, para este partido, Trujillo era el indicado para asumir todos los retos que atraviesa el país.