Habla el doctor que mató a tres asaltantes en Bogotá: “Prefiero ser un médico criticado y no un médico acribillado”

Aunque se mantuvo en el anonimato, el profesional de la salud ofreció unas reflexiones sobre lo sucedido en la noche del 30 de enero del año pasado.

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Cámara de seguridad
Cámara de seguridad

A exactamente un año del evento que lo puso en boca de todo el país, reapareció este sábado 30 de enero el médico que, en el norte de Bogotá, les disparó a tres individuos que trataban de atracarlo, hecho que resultó en la muerte de los atacantes y una efímera polémica sobre el porte de armas en Colombia.

Si bien mantuvo su identidad en el anonimato, el profesional de la salud le compartió a la revista Semana un texto con detalles sobre lo que pasaba por su cabeza durante los momentos del hecho y las lecciones que el mismo le dejó luego de la tormenta mediática y judicial que tuvo que atravesar.

Lo primero que destaca del mismo es que, dice, “me llevaron a una situación verdaderamente extrema en la cual consideré eran mis últimos instantes de vida”. Vale recordar que, antes de que el doctor pasara a hacer uso de su derecho a la legítima defensa, sus agresores alcanzaron a intimidarlo y hasta a propinarle heridas de arma blanca, así como un golpe con otra de fuego.

“Ante tal actuar desmedido y sin consideración o respeto alguno por mi condición humana, me vi obligado a reaccionar para defenderme. Tuve que detener y repeler dicho ataque injustificado desde todo punto de vista y perspectiva”, comentó la víctima sobre su reacción: sacar el arma que cargaba y propinarles disparos mortales. Una decisión que generó debates en el país dadas su profesión y el juramento tácito que esta acarrea de proteger y respetar la vida.

Sobre esto último, el abogado defensor del médico, Hernando Benavides Morales, dijo en su momento que su cliente “no promueve el exterminio de nadie ni ha concebido la muerte como solución de los problemas de la seguridad. En fin, no alaba el resultado en que sus agresores perdieron la vida como consecuencia de sus actos injustos”, sus disparos, dice, solo aparecieron cuando se vio en necesidad de defenderse, al verse arrastrado hacia el vehículo en el que se movilizaban sus agresores.

Por su parte, el texto del galeno y publicado por Semana reza que “en aras de la honestidad y la transparencia, diría que debido a mi esencia personal, mi tradición familiar y mis creencias religiosas, obré en consecuencia al derecho que la asiste a todo ciudadano para preservar su vida e integridad. En cualquier caso, prefiero ser un médico criticado y no un médico acribillado”.

De igual forma, justificó su reacción, anotando, sin detalles, que él no es la única víctima de la criminalidad que azota a las calles bogotanas y que, por tanto, es necesario que la ciudadanía comience a recuperar las vías públicas y los medios de transporte desde la legítima institucionalidad. “Tal vez se acerca el momento en que como sociedad dejemos de extenderle un tapete rojo a tanto delincuente reincidente. Yo creo que sí se puede mejorar la situación y equilibrar la ecuación en favor del ciudadano y la sociedad”, dijo.

En ese sentido, cerró su intervención elevando un mensaje de solidaridad tanto a las víctimas de la criminalidad en Colombia, como a las familias de las casi 60.000 personas fallecidas a causa del covid-19 desde el inicio de la pandemia en el territorio nacional.

No sobra recordar que el caso del médico, que se presentó en el puente peatonal de la carrera 9 con calle 121, en Bogotá, fue cerrado el pasado 24 de julio a petición de la Fiscalía, que argumentó que la muerte de las tres personas fue un hecho de legítima defensa, por lo que la víctima no tendría de enfrentar consecuencias penales. Si lo hizo, en cambio, el cuarto miembro de la banda criminal, que fue capturado por la Policía.

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