Un tercer pico con las mismas medidas restrictivas haría que se pierda la recuperación económica en 2021, según Anif

De acuerdo con el presidente de la asociación, Mauricio Santamaría, los gobiernos locales son los que tienen que comenzar a preparar alternativas diferentes al toque de queda.

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Mauricio Santamaría, presidente de Anif. / Colprensa
Mauricio Santamaría, presidente de Anif. / Colprensa

La Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, se sumó, este miércoles27 de enero, a la larga lista de agremiaciones y organizaciones que advierten sobre los catastróficos efectos que pueden generar los nuevos cierres de actividades a causa de la pandemia sobre la economía colombiana.

Mauricio Santamaría, presidente de la asociación, dijo, durante un conversatorio organizado por la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, que “si en abril, mayo y junio vuelven a tomar medidas y vemos nueve localidades de Bogotá y cinco ciudades cerradas, se nos fue este año y lo perdimos, tendremos mayor desempleo y mayor pobreza”.

El comentario del economista se sustenta en la preocupación de que se vuelva a presentar un pico de contagios por covid-19 como el vivido en las primeras semanas de enero, pero durante los meses de abril y mayo. Se trata de una posibilidad que ya han advertido expertos y funcionarios como el secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez, al menos para la capital colombiana.

Si viene un tercer pico en abril o mayo y las autoridades locales vuelven a tomar medidas como las que estamos viendo ahora, pues la recuperación económica se perdió”, dijo Santamaría, quien ha sido crítico recalcitrante de las medidas de prevención adoptadas, precisamente, por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, asegurando que “el comercio y los servicios formales le importan un pepino”.

En las declaraciones recogidas por la revista Semana, el exdirector del Departamento Nacional de Planeación, DNP, también se pueden encontrar críticas a la aparente falta de preparación por parte de las administraciones locales, que no han podido ofrecerle a la ciudadanía otras medidas diferentes a las restricciones en la movilidad —como pico y cédula, toques de queda y leyes secas— que afectan la actividad de los comercios formales.

En ese sentido señaló que “el mayor esfuerzo para prepararnos para la segunda ola fue del Gobierno y no de los mandatarios locales. Por ejemplo, Bogotá no hizo esfuerzos para salvarnos de la cuarentena y hay que tener medidas que eviten esos cierres de la manera más eficiente posible”.

Como resultado, agregó Santamaría, se generan nuevas desigualdades y se profundizan las existentes, tanto en empresas como en hogares, a nivel de género e incluso a nivel infantil.

Al respecto, vale la pena recordar que, según Fedesarrollo, la continuidad en las medidas restrictivas podrían generarle al país pérdidas de entre $8,3 billones y $12,5 billones, equivalentes a entre 0,8 y 1,2 por ciento del PIB; así como un incremento de entre el 0,6 y el 0,9 por ciento en la tasa de desempleo del país, lo cual equivale a entre 146.000 y 220.000 colombianos sin trabajo, dependiendo de la duración de los cierres.

Por esos motivos, Fenalco viene insistiéndole a las autoridades en la necesidad de establecer medidas alternativas, señalando que “es necesario que el Gobierno nacional dé unos lineamientos claros sobre el alcance de los bienes y servicios ‘esenciales’ o de ‘primera necesidad’ para evitar las distintas interpretaciones de gobernadores y alcaldes”. Con esto, por su puesto, se busca que el comercio formal, que cumpla con normas de bioseguridad y aforos, ingrese dentro de las excepciones, teniendo en cuenta que es uno de los mayores generadores de empleo del país. Todo, tomando como punto de partida el artículo 1 de la Ley 7 de 1943 y el artículo 3 del decreto 464 del 2020.

De igual forma señalan que, “en vez de restricción de horarios, debe contemplarse su ampliación para quitar presión sobre los sistemas de transporte público” y estableciendo estrictos controles de aforo al interior de los comercios; o eliminar los límites de tiempo para el servicio de domicilios y la venta de bebidas alcohólicas en establecimientos de comercio, pues estos últimos “carecen de relación de conexidad con el control epidemiológico de contagio por covid”.

Finalmente, explicaron que es importante generar herramientas que faciliten las denuncias ciudadanas sobre comportamientos que puedan tener incidencia en la propagación del virus, para atacar los focos que generan mayor riesgo de contagio.

Durante el conversatorio, Santamaría advirtió que, dada la pandemia, también será fundamental que el Gobierno nacional presente una reforma fiscal que disminuya el endeudamiento —que para noviembre de 2020 se ubicaba en el equivalente al 60,5 por ciento del PIB nacional— de forma que no se pierdan la confianza y el grado de inversión del país.

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