Por primera vez en Colombia las pruebas de estado se presentaron de manera virtual, esto permitió que las evaluaciones llegaran a más rincones del país y que más jóvenes pudieran presentarlas. Los resultados fueron positivos, más allá de que por primera vez en la historia se obtuvo un puntaje perfecto, la experiencia para el sector de la educación dejó abierta la puerta para que en los próximos años se afiance la modalidad virtual.
Según cifras manejadas en el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación Superior (ICFES), la tasa de ausentismo fue solo del 2,5% de los 42.000 estudiantes que fueron citados en las cinco jornadas del mes de noviembre.
Las causas por las que algunos no pudieron presentar la pruebas fueron asuntos laborales, calamidades domésticas u olvido de la fecha de citación, esto representó un 60%; fallas en la plataforma un 20% y un inconveniente con el aparato electrónico el 20% restante. Sin embargo, el porcentaje de alumnos que participó en las pruebas fue bastante alto.
La directora del ICFES Mónica Ospina, en entrevista con el diario El Espectador, se mostró positiva por los resultados recogidos en las evaluaciones del 2020 y aseguró que muy posiblemente la modalidad virtual se siga llevando a cabo para las próximas pruebas.
Con respecto a las zonas rurales donde hubo distintas modalidades, ya que algunas personas no contaban con tecnología o en otros casos no tenían la posibilidad de tener acceso a internet, la entidad ofreció un servicio especial para solucionar ese tipo de inconvenientes.
“En estos lugares se realizó la prueba de manera electrónica pero no en línea. Instalamos el programa en computadores, por medio de una USB, y luego de hacer la prueba off line se llevó a sincronizar con las demás”, afirmó la directora.
Gracias a la virtualidad y a las soluciones dadas por el ICFES, el año anterior se tuvo la posibilidad de llegar a 1092 municipios del país, cifra muy distinta a la lograda cuando se presentaban las pruebas únicamente de manera presencial, puesto que de esa manera se llegaba solo a 180 municipios.
Durante el 2020 las pruebas fueron aplicadas a 400.000 estudiantes de manera electrónica, de ellos más de 305.000 lo presentaron desde casa. Esto generó todo un reto para el soporte técnico de la entidad, pues en las primeras jornadas se presentaron fallas importantes que perjudicaron algunos estudiantes. No obstante, en las jornadas finales se mejoró todo el tema de infraestructura y permitió tener un equipo de especializados que pudiera solucionar todo tipo de inconveniente de manera oportuna.
“A pesar de que cambiamos el vehículo de aplicación, se conservó la misma confiabilidad que teníamos en años anteriores (…) Los parámetros se comportaron igual. Los resultados no se vieron contaminados por el hecho de que hubo un cambio en la metodología de la aplicación”, confirmó Ospina en el mismo diario.
La experiencia vivida, tanto para estudiantes como para instituciones, fue satisfactoria, tanto así que en el futuro se plantea continuar con la modalidad virtual ya que se puede ampliar la población a evaluar y los resultados de entrega son más ágiles.
“Esta modalidad de la prueba llegó para quedarse. Pero más que por ser una decisión institucional es porque la experiencia nos mostró ser muy eficiente. La escala es mucho más manejable, el procesamiento de los resultados es más rápido, aprendimos mucho y esperamos seguir mejorando la experiencia para que ese porcentaje de estudiantes que presentan pruebas en físico sea cada vez menor”, dijo la directora del ICFES.
Sin embargo, las pruebas las pruebas en papel y lápiz seguirán realizándose en lugares donde aún no se pueda implementar la modalidad virtual, el proceso será gradual para que la mayoría de lugares del país tengan esta posibilidad.
Las conductas indebidas durante la realización del examen virtual pueden ser el uso del celular, taparse la cara o usar audífonos. En caso de incumplir alguna regla el ICFES puede realizar la anulación del examen y se procederá a un proceso jurídico del instituto donde será revisado cada caso y si concluyen que hubo un error, revocan la anulación y los estudiantes son reprogramados. De lo contrario se sigue un proceso de indagación para poder determinar si hubo fraude o no.
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