Las labores investigativas y los análisis de los monitoreo realizados sobre las áreas de mayor deforestación en la Amazonía colombiana, permitieron a la Fiscalía General de la Nación identificar que el predio La Esmeralda crecía ilícitamente para propósitos agropecuarios, en pleno corazón del Parque Nacional Natural Tinigua, en inmediaciones de la Serranía La Macarena y la cordillera Oriental, en el departamento del Meta. En las verificaciones, fue posible constatar que se propició la tala indiscriminada de bosque y se adecuó un área de 1.139 hectáreas para la cría y cuidado de ganado, actividades prohibidas en zonas de reserva forestal y de protección ambiental.
El presunto responsable de esta afectación es Vidal Rojas Herrera, quien, de acuerdo con registros oficiales, vendió más 21 mil cabezas de ganado en dos décadas. Además, según las autoridades, el área deforestada podía albergar hasta 500 cabezas de ganado en un año.
Rojas Herrera fue capturado por la Policía Nacional en San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá. Así, una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos le imputó los delitos de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales e invasión de área de especial importancia ecológica agravado e incendio; y solicitó la imposición de medida de aseguramiento en su residencia. El juez de control de garantías aceptó la petición. Además, ordenó la destrucción de la finca, el corral ganadero y otras adecuaciones ejecutadas, supuestamente, por el procesado en el Parque Nacional Natural.
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Según la Fiscalía, la priorización de los delitos ambientales, definida en el Direccionamiento Estratégico 2020-2024, y con el apoyo de tecnologías, se constató el cambio acelerado y la pérdida de la cobertura boscosa producto de la cría de ganado. De igual manera, se evidenció que las actividades ilícitas generaron una fractura permanente al ecosistema, persistente e irreversible; afectaron la oferta hídrica; ahuyentaron y expusieron a la fauna silvestre; y transformaron las características del suelo.
Esta estrategia ha permitido que, desde febrero de 2020, se hayan realizado seis operaciones y 43 capturas por actividades ilícitas como ganadería en Parques Nacionales Naturales y otras áreas de especial importancia ecológica.
El Parque Nacional Natural Tinigua se encuentra dentro de la figura de ordenamiento territorial de especial importancia ambiental del departamento del Meta y el Área de Manejo Especial La Macarena (AMEM), que incluye cuatro Parques Nacionales Naturales: Sumapaz, Cordillera de los Picachos, Sierra de La Macarena y Tinigua, además de tres Distritos de Manejo Integrado. En este territorio confluyen ecosistemas andinos, orinocenses y amazónicos, lo que le confiere una alta diversidad biológica.
Por lo anterior, en el proceso de actualización de los Planes de Manejo de los cuatro Parques Nacionales Naturales que hacen parte del AMEM, se acordó que cada área protegida debería, desde por lo menos alguno de sus objetivos de conservación y contextos particulares, contribuir al mantenimiento de la conectividad ecosistémica que inicia en el paramo hasta la zona basal amazónica y orinocense, con el fin de propender por la conservación de la biodiversidad, el mantenimiento de flujos de materia y energía y la prestación de servicios ecosistémicos.
El Parque Nacional Natural Tinigua tiene gran importancia hídrica, ya que contiene cuatro cuencas hidrográficas: río Guayabero, río Guaduas, río Perdido y el río Duda, que permiten la formación del río Guaviare y la macro cuenca del Orinoco. Aguas a bajo por el río Guayabero se encuentra el Raudal Angostura I, denominado por el Parque Tinigua como Zona Histórica-Cultural, debido al legado cultural de pobladores indígenas provenientes de las etnias Tinigua y Guayabero en este territorio.
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