Desde el 2015, la Secretaría de Movilidad comenzó el desmonte gradual del SITP provisional, es decir, el cambio de los buses viejos y particulares por los buses azules que pertenecen a la red de Transmilenio, que tendrán rutas similares, pero con un plan diferente de administración. Este proceso ha sido lento y se ha visto afectado por diferentes circunstancia, el Distrito confirmó que espera terminar esta transición a finales de este 2021.
Por cuestiones económicas, una de las demoras de este cambio ha sido que los concesionarios Coobus, Egobus y Tranzit, que tenían el control de rutas en el sur y occidente de la ciudad entraron en liquidación. Y hasta antes de que estas empresas terminaran su labor se habían hecho el proceso con 27 rutas en la ciudad. Ante esta situación el Distrito tuvo que aplazar los permisos a las empresas que venían funcionando con el anterior esquema de transporte público. Y por esta razón le llamaron a esos buses viejos: buses provisionales.
Para lograr un acuerdo y una solución en beneficio a la ciudadanía en mayo de 2019 el Distrito firmó un otrosí con los tres concesionarios ya mencionados con los que se estableció unidades funcionales, es decir, grupos mínimos de buses provistos y operados en un mismo grupo de rutas, y que, en este momento, se encuentra cubriendo las zonas de Suba Centro, Perdomo y Fontibón, así como se espera llegar hasta las rutas de Usme.
De acuerdo con información del Distrito, para esta época serán 83 rutas las que pasarán al componente zonal de Transmilenio, por lo que entrarán un número aproximado de 2.800 vehículos adicionales, en mayoría de tipologías busetón, los cuales tienen capacidad para 50 personas y padrón con capacidad para 80 personas, según cálculos de Transmilenio, de los cuales 483 son eléctricos y el resto Euro VI de diesel y gas.
Según información del gerente de Transmilenio, Felipe Ramírez, saldrán 4.200 vehículos de operación (buses viejos), donde la mayoría de las busetas serán chatarrizados debido a que completan más de 20 años de vida útil. “Con la entrada de nueva flota para ampliar cobertura del componente zonal y con la salida de operación de buses del SITP Provisional, se tendrá una reducción significativa en las emisiones de material particulado, con lo cual se contribuye a la mejora en la calidad del aire de la ciudad”.
“Desde hace aproximadamente 2 años Transmilenio ha estado trabajando en comprar buses nuevos para poder paulatinamente y gradualmente desmontar este SITP provisional que somos conscientes no presta la mejor calidad del servicio a nuestros usuarios, con la entrada en operación de estos buses se va poder desmontar en un 100% estos buses”, dijo un vocero de Transmilenio.
La adquisición de 596 buses supone una inversión de $1.82 billones correspondientes a la provisión de la flota y de $ 1.41 billones en la operación de los buses durante 15 años, tiempo estimado de vigencia de los contratos de concesión.
Finalizando, el Distrito explicó que: “un grupo de propietarios está cobijado por los concesionarios, mientras que al resto se les reconocerá el pago asociado al modelo y tipología del vehículo chatarrizado”. Ahora, en relación con los conductores, calibradores de ruta, mecánicos y proveedores, la Secretaría de Movilidad indicó que adelanta su vinculación al SITP. “Su experiencia es muy importante para nosotros y por eso hemos venido haciendo diferentes ferias virtuales”, aclaró Felipe Ramírez.