A menos de 300 metros de la estación de Policía, y un kilómetro de la alcaldía, se perpetró un nuevo asesinato en Tarazá, Antioquia. La víctima fue María Loaiza Vera, cuñada del alcalde de este municipio, uno de los que más ha padecido la violencia producto de la disputa entre Caparros, Clan del Golfo y disidencias de las Farc por el control de la zona, un corredor del narcotráfico.
Sucedió el pasado 26 de enero y, según el alcalde Deivisón Moreno, el crimen tendría que ver con las amenazas en su contra recibidas los últimos días: María Loaiza era la encargada de cuidar a las dos hijas del mandatario, si bien en el momento de los disparos no estaban junto a ella.
Moreno le dijo a Caracol Radio que no descarta que “esté relacionado con las amenazas que he recibido, porque es la persona que más contacto tiene conmigo y con quien me veo prácticamente todos los días”. Lo que inquieta del asesinato no es solo su comisión en los alrededores de la estación de Policía, sino que se haya dado un momento en el que hay mayor pie de fuerza del Ejército, por la coyuntura de inseguridad que se vive.
“Gracias a Dios las niñas no se encontraban con ella”, manifestó a la cadena radial Deivisón Moreno, quien hizo un llamado de atención al Gobierno Nacional. Por las amenazas, lleva meses pidiendo un esquema de seguridad que hasta el momento la Unidad Nacional de Protección no le ha asignado:
Es preocupante la situación acá en Tarazá. En éste momento me tocó salir de mi casa y venirme a vivir a una cuadra de la estación de Policía
Pese a los consejos de seguridad cada vez más frecuentes en la zona, el mandatario manifestó que no contribuyen con el apaciguamiento de las manifestaciones de violencia. “Solo quedan en el acata y no pasa nada. Acá en el bajo Cauca no tenemos dolientes y en especial Tarazá”, denunció. Y tiene razón: solo en enero de este año se han documentado 14 homicidios, el doble que en el mismo periodo de 2020.
Además del asesinato de María Loaiza Verá, los pobladores del municipio están consternados porque desde el fin de semana pasada hay dos jóvenes desaparecidos, Juan Camilo Taborda, de 23 años de edad y Andrés Felipe Quintero, de 17 años. Ambos fueron obligados a bajar de un bus que iba rumbo a Medellín, luego de ser interceptado por un grupo armado.
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