El pasado 23 de enero, Julián Esneider Muñoz, un líder social juvenil de la comuna 18 de la ladera de Cali, fue asesinado tras recibir seis impactos de bala por hombres armados que huyeron rápidamente del lugar. Corrían las 3:00 p.m cuando el joven fue a hacerse un corte de cabello en una barbería ubicada justo al frente de su casa cuando fue interceptado y asesinado.
Julián, de 24 años de edad, hacía parte activa de un colectivo de jóvenes llamado ‘Prisioneros de Esperanza’, una agrupación que por medio de la música busca alejar a los niños y adolescentes de la violencia y la delincuencia común del sector conocido como ‘Los Chorros’.
Andrés Felipe González, director de ese grupo musical, y director de la fundación ‘Pan vivo’, solicitó a las autoridades esclarecer los hechos en los que su amigo y colega había perdido la vida, además de recalcar lo grave de la pérdida de una persona como él para una comunidad.
“Rechazamos el asesinato de nuestro compañero y amigo, un joven talentoso de nuestra comunidad, era voluntario de nuestra fundación que se destaca en el empoderamiento comunitario”, aseguró González, que también agregó, “era un joven que no tenía relacionamiento con pares negativos, no presentaba consumo de sustancias psicoactivas y no refirió amenazas”.
De acuerdo con el testimonio de González, Julián no hacía parte de ninguna pandilla, y se dedicaba solamente a trabajar en la reducción de actos violentos y delincuenciales en la zona.
“Desde hace cuatro años este joven hacía parte del colectivo ‘Prisioneros de la Esperanza’, un grupo que trabaja por la reducción de la violencia, a través de sus expresiones artísticas y culturales en la ciudad, él era un muchacho que no consumía sustancias psicoactivas, ni tenía nexos con pandillas o grupos ilegales”, agregó Andrés Felipe.
Según Felipe, y sus allegados, Julián sentía gran pasión por la música y el deporte, áreas en las que quería enfocar el resto de su vida. “Estamos muy indignados con lo que está pasando porque hasta el momento desconocemos los móviles de lo que sucedió, sabemos que se estaba peluqueando en un establecimiento al frente de su casa, no me había relacionado amenazas, no sabemos cual fue la razón del asesinato. Le pegaron seis tiros”, relató Andrés.