Para fortalecer los procesos de separación en la cultura ciudadana, además de dignificar la labor de los recicladores y reducir la cantidad de elementos aprovechables que llegan al relleno Doña Juana, la Administración de la alcaldesa Claudia López presentó la campaña ‘La basura no es basura’, con la que se promueve el manejo sustentable de residuos.
Según información del distrito, en Bogotá cada día se envían unas 7.000 toneladas de residuos a Doña Juana y además falta poco tiempo para que la capacidad de este lugar alcance su máximo nivel.
“Incrementar el aprovechamiento es una tarea de todos. Trabajar conjuntamente con nuestros recicladores, quienes llevan décadas rescatando los residuos de las calles, para darles una segunda oportunidad y convertirlos en materia prima de un nuevo producto”, señaló mediante un comunicado la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos -UAESP-, Luz Amanda Camacho.
Así mismo, la directora destacó que “esto es un compromiso social, pues así apoyamos a los recicladores y a la vez al ambiente, disminuyendo la cantidad de elementos que se entierran en las celdas de la reserva de basura, reduciendo el impacto negativo sobre los habitantes vecinos del relleno y las fuentes hídricas como el río Tunjuelo”, señaló la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos -UAESP-, Luz Amanda Camacho.
Las familias que viven en Mochuelo, uno de los barrios más cercano a este relleno sanitario, son las más afectadas con la cantidad de residuos que llegan a diario, por eso han sido las voces de esta campaña. Los niños de este sector han compartido una serie de videos a través de redes sociales mostrando la manera en la que deben clasificar cada elemento que depositemos en la basura.
“Hay algunos envases y empaques que podemos reutilizar en nuestra casa. Cuando definitivamente no los vayamos a utilizar debemos lavarlos y disponerlos en la bolsa blanca. Estos recipientes pueden entrar a una segunda cadena productiva y convertirse en nuevos productos”, aseguró la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
A esta estrategia también se sumó un grupo de jóvenes artistas y artistas formadores del programa Crea del Instituto Distrital de las Artes, Idartes –en articulación con los equipos de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, UAESP, y la Dirección de Cultura Ciudadana del Distrito–.
Este equipo fue el encargado de la composición e interpretación de la canción Vamo’ a cambiar. “Esta canción da nombre a una estrategia, que surge como un llamado ciudadano. Una oportunidad de movilización social motivada por la afectación del relleno Doña Juana en sus comunidades aledañas y por la posibilidad de aportar a la dignificación de la labor de los recicladores”, señaló IDARTES mediante un comunicado.
El secretario de Cultura, Recreación y Deporte, Nicolás Montero, destacó la tarea que tienen todos los bogotanos para impulsar este prioritario cambio de hábitos: “Bogotá ha demostrado su capacidad para liderar poderosos cambios culturales que modifican el rumbo de nuestro presente y futuro. Ahora llegó el momento de hacerlo desde casa, en nuestros pequeños actos, entendiendo que la basura no es basura, separando en la fuente y tomando mejores decisiones sobre lo que consumimos y el manejo que damos a los residuos. Reducir el consumo, reutilizar y reciclar, y separar los elementos, cambiarán para siempre nuestra suerte común. Actuemos juntos y hagamos realidad una ciudad cuidadora y sostenible”, dijo.
La Secretaría Distrital de Hábitat compartió una breve descripción de cómo separar los desechos de acuerdo a los colores de la bolsa:
Bolsa blanca
En la bolsa blanca se deben incluir los materiales limpios y secos inorgánicos. Es decir, los empaques desarrollados por los seres humanos, en su mayoría elementos de embalaje, de un producto tales como botellas, papel, bolsas y cartón.
Bolsa negra
En la bolsa negra se incluyen los residuos no aprovechables que por su composición han terminado su ciclo. Estos son los desechos que están contaminados y en su momento fueron diseñados para mantener condiciones de salubridad en la sociedad. Algunos ejemplos de estos materiales e insumos son pañales toallas, papel, tapabocas y elementos contaminados por cualquier tipo de virus.
Bolsa verde
En la bolsa verde se deben desechar los materiales orgánicos entendidos como productos naturales o derivados de la naturaleza a los que podemos incorporar en nuevos procesos como cáscaras de frutas, verduras y restos de alimentos crudos.
Así de sencillo y fácil se puede contribuir al cuidado del medio ambiente. Si nos unimos todos nuestra basura no solo será mejor tratada, también, contribuiremos a que Bogotá sea una ciudad más limpia.