El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación reportó que capturó este viernes al presunto responsable de la muerte de Ana María Castro Romero que se dio en Bogotá el 5 de marzo de 2020. En la madrugada de ese día, la joven de 21 años había salido del bar Cantina Plaza, al norte de Bogotá y, al parecer, fue lanzada de un vehículo. En cuestión de horas, Ana María perdió la vida en el hospital Simón Bolívar.
Al parecer, los jóvenes se dirigían al barrio Pontevedra, en la localidad de Suba, a seguir con la celebración y, presuntamente, fue uno de sus acompañantes de esa noche, quien la golpeó, el hombre que capturaron las autoridades.
El diario El Espectador reportó cerca de las 2:00 a.m. Ana María salió con tres hombres en una camioneta Kia Sportage color negro de placas FSP 598, que le pertenecía a uno de los tres acompañantes, esto se dio en la calle 116 con avenida 19.
Según la Fiscalía, la joven iba en la parte trasera del carro con uno de los hombres, pero este se habría bajado del carro antes de lo sucedido, por lo que la ruta siguió en compañía de los dos sospechosos. De acuerdo a las indagaciones de la policía judicial, la joven habría sido golpeada en el rostro y lanzada fuera de la camioneta en la calle 80 con 69. Posteriormente Ana María fue trasladada al Hospital de Engativá, en el noroccidente de Bogotá y luego enviada al Simón Bolívar, donde murió por el trauma craneoencefálico que sufrió al caer, reportaron los médicos.
Por un tiempo la joven estuvo como desconocida en el hospital por no tener sus documentos, pero fue su madre quien la reconoció. El capturado será presentado ante un juez de control de garantías y, anunciado por el mismo fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, se le imputará el delito de feminicidio agravado. Por ahora, estarían en busca de los otros dos implicados esa noche.
Qué sucedió esa noche
En una reconstrucción de caso que hizo El Espectador, la joven salió de su casa en el barrio Mirandela, en el norte de Bogotá, hacia las 4:30 p.m. y le dijo a su madre que se vería con Paul Naranjo, un hombre que, según la mamá, Ana María había mencionado por unos meses. A las 8:56 p.m. Nidia, la mamá, le escribe a su hija que se acuerde que tiene que estudiar al otro día y a las 9:02 p.m. ella le responde: “no te preocupes, yo voy a ir a estudiar”, recogió el medio.
Ana María estaría en el bar Zona 116 en ese momento (calle 16 con avenida 19), departiendo con amigos y tomando trago, según su amiga Paula Ramírez, quien se la encontró en el lugar de casualidad. Entre esas personas que la acompañaban estaría un hombre llamado Mateo Reyes. Al rato ambas se separaron y se fueron a bares diferentes: Ana María fue al bar Cantina Plaza México Popular.
Cerca de las 10:00 p.m. Paul Naranjo llegó al sitio por invitación de la joven y a quien le pidió que lo acompañara a comer a la Taquería don Clemente, a una calle de ahí, donde estaba Julián Ortegón, amigo de Naranjo y administrador del lugar, pero ella le dijo que debía volver al bar con sus amigos, le dijo Paul a El Espectador en ese momento.
En su relato dice que llevaba hablando con Ana María por un tiempo y que por eso consideraban tener algo serio pero que esa noche ella se besó con Mateo, por lo que él determinó, junto con su amigo Julián, que se iban en su camioneta Sportage, en la cual se dieron los hechos. En un ir y venir de intentos por irse, Ana María le pidió a Paul que llevaran a Mateo con ellos. Paul y Julián irían a su apartamento pero no querían dejar sola a la joven con Mateo, por lo cual Naranjo aceptó y subieron los cuatro. Los dos iban atrás, según Mateo, muy borrachos.
Antes de salir, Ana María se encontró, de nuevo, con su amiga Paula, quien le dijo a Mateo que lo responsabilizaba por si algo le pasaba a Ana. La misma advertencia se la hizo a Julián, relata Naranjo. Así que se dirigen, finalmente, los cuatro hacia el apartamento de Julián, atrás del centro comercial Titán Plaza. Entre las versiones entregadas por Paul y Mateo, solo la del primero se ha mantenido igual donde afirma que cerca de la calle 80 dejó a Mateo y a Ana María porque los vio besarse y tocarse en el carro y que Julián dijo que no los iba a llevar a su apartamento.
Por el contrario, Mateo le dijo a las autoridades que él iba en un taxi atrás de la camioneta y que vio cómo la tiraron del vehículo, y luego cambió su versión cuando habló con Nidia, la mamá de Ana María, a quien le dijo que Paul y Ana María discutieron “por celos por mí, él se vuelve a subir al carro (en la calle 80), se la lleva arrancando muy fuera, ella da unos giros y cae”, recogió El Espectador.