Ranas y lagartos: especies que sobrevivieron al paso del huracán Iota en Providencia

Los institutos Humboldt y Sinchi han registrado varias especies de reptiles y anfibios endémicas durante los primeros días de la expedición Cangrejo Negro, lo que demuestran su alta capacidad de resiliencia ante los estragos del huracán Iota.

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Los Institutos Humboldt y Sinchi
Los Institutos Humboldt y Sinchi han registrado varias especies de reptiles y anfibios endémicas durante los primeros días de la expedición Cangrejo Negro. Fotos: Instituto Humboldt del Instituto Alexander Von Humboldt.

La línea base de información de biodiversidad del Instituto Humboldt, una herramienta que sirve como punto de partida para las estrategias de recuperación y restauración ecológica luego del paso del huracán Iota, reveló que más de 16 especies de reptiles y anfibios habitan en las islas de Providencia y Santa Catalina. Además, en recorridos diurnos y nocturnos por estas zonas, expertos de los institutos Humboldt y Sinchi han identificado tres especies endémicas de lagartos que, según los expertos, demuestran su alta capacidad de resiliencia ante los estragos. Los investigadores también registraron hasta 100 ranas de la especie Leptodactylus insularum, endémica de Providencia, en las zonas aledañas al embalse Fresh Water Bay.

El estado de la población de estos dos grupos de la fauna colombiana representa una de las mayores preocupaciones para los expertos, ya que la mayoría de los ecosistemas de Providencia, como el bosque seco y el manglar, se vieron altamente afectados por los vientos huracanados superiores a los 200 kilómetros de velocidad.

Lagarto de Providencia (Anolis pinchoti),
Lagarto de Providencia (Anolis pinchoti), una de las especies endémicas que han sido identificadas en la expedición Cangrejo Negro por Providencia. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).

Sin embargo, gracias al trabajo de campo de los investigadores de los institutos Humboldt y Sinchi, en especial en las zonas aledañas al embalse Fresh Water Bay, fue posible identificar que los reptiles y anfibios cuentan con una alta capacidad de resiliencia. El lagarto de Providencia, Anolis pinchoti, un reptil endémico de la isla, fue uno de los primeros hallazgos. Andrés Acosta Galvis, curador de la colección de anfibios y reptiles del Instituto Humboldt, explicó que, inicialmente, se confundió a esta especie con el lagarto de San Andrés, Anolis concolor. Pero, a través de estudios moleculares, se demostró lo contrario.

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“Estos lagartos no están casi en tierra y dependen mucho de los arbustos, vegetación que se vio demasiado afectada por el paso del huracán Iota. Sin embargo, dos meses después del desastre, logramos registrar varios individuos”, señaló Galvis. Además, sostuvo que, en una sola rama, se identificaron hasta cinco lagartos jóvenes y adultos.

Otro reptil que identificaron los investigadores fue el lagarto negro, Ameiva fuliginosa, también endémico de la región. Galvis sostuvo que esta especie, conocida como ‘lisa’ por los habitantes de la isla, es subterránea y hace cuevas en los escombros. En el caso del gecko Aristelliger georgeensis, reptil que en Colombia es nativo del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el experto señaló que ha aparecido con menos frecuencia durante los monitoreos.

Leptodactylus insularum, una rana que en Colombia solo habita en Providencia, también fue registrada en grandes cantidades en varias zonas de la microcuenca Fresh Water. En el primer día de reconocimiento de la zona Galvis registró hasta 100 ranas, “tanto machos como hembras, vocalizando y reproduciéndose en la vegetación aledaña a una de las quebradas de la microcuenca”, indicó. Según Galvis, esta especie también habita en otras regiones del continente, como las Antillas y varias islas del Caribe y es semiacuática, es decir, habita en cuerpos de agua que no son permanentes.

Leptodactylus insularum, rana endémica de
Leptodactylus insularum, rana endémica de Providencia. Foto: Ruby Marcela Pérez, Instituto Alexander Von Humboldt.

Cuando llegan las lluvias y se forman charcas en el suelo, estas ranas las utilizan para reproducirse. “Su canto es similar al que hace una gota al caer en un cuerpo de agua. Este sonido lo hacen los machos para llamar a las hembras, quienes construyen un nido de espuma donde se desarrollan los renacuajos”, informó Galvis. El tamaño de la rana Leptodactylus insularum es similar al de la palma de una mano. Su cuerpo es de color café claro y se caracteriza por contar con un triángulo entre los ojos de coloración café oscura. Los machos tienen espinas con una glándula que suelta una mucosa en la piel”, explicó.

Asimismo, manifestó que la expedición Cangrejo Negro por Providencia tiene como objetivo estudiar por lo menos diez especies de reptiles y anfibios. Sin embargo, recalca que también es necesario analizar las especies que han sido introducidas en la zona. ”Hay información documentada desde 1919 sobre la introducción de especies en el archipiélago, como la boa y una iguana gris rayada que fueron introducidas por el hombre en diferentes momentos”.

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