Estudiante con síndrome de Down obtuvo el mayor puntaje en las pruebas Saber Pro en el municipio de Distracción, La Guajira

Édgar Páez obtuvo 326 puntos; a los alumnos en condición de discapacidad se les exige 200.

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Édgar Orozco, el joven que
Édgar Orozco, el joven que con síndrome de Down, que obtuvo el puntaje más alto en la Prueba Saber Pro, en el municipio Distracción, La Guajira. (archivo particular)

A Édgar Alexander Orozco Páez, un joven con síndrome de Down, su madre le ha dicho desde pequeño que no existen límites para alcanzar lo que se quiere, y a los maestros de su colegio les pidió que lo trataran como a un alumno más de la clase. Ambos consejos dieron su frutos: Édgar obtuvo el puntaje más alto de las pruebas Saber 11 en el municipio de Distracción, La Guajira.

Fueron 326 los puntos obtenidos por Édgar, 126 más de los exigidos por el Ministerio de Educación a quienes tienen alguna condición de discapacidad, y a su mamá, Judith Páez, le llena de orgullo. No se abatió cuando le diagnosticaron síndrome de Down a su hijo, tampoco cuando el padre, Édgar Orozco, falleció. Por el contrario, la perseverancia y la fuerza que le transmitió han hecho que hoy el joven no solo sea un ejemplo de esmero y superación, sino que despierte toda admiración del municipio.

Su madre le contó a El Heraldo que ya finalizado el bachillerato en la Institución Educativa Rural Gladys Bonilla Gil, lo que quiere hacer el joven es estudiar educación física. Ella, una instrumentadora que sabe lo que representa aprender aquello que le mueve la fibra, le apoya.

Le apoya, además, porque sabe que tras los deseos de hijo por ser desempeñarse en esa profesión está su amor por el fútbol y por el Junior, de Barranquilla. Al equipo lo han ido a alentar algunas ocasiones al estadio, pero nunca ha cumplido el sueño de estar frente a frente con alguno de los jugadores. Pero tenerlos cerca para Édgar es lo de menos. Lo importante es verlos ganar la décima estrella de la liga colombiana:

Amo al Junior y va a ser campeón, así como yo

Para Judith Páez, que su hijo haya superado los 200 puntos y obtenido el mejor puntaje en el municipio, tiene un doble de mérito si se tiene en cuenta “que el colegio es pequeño y no tiene las herramientas necesarias para atender niños como Édgar”, le dijo al medio local. El merecimiento del logro también es de las docentes Julia Murillo y Violeta Epinayu, a quien la madre del joven menciona, pues si bien les pidió no ser condescendientes con él “hicieron todo para que saliera adelante”.

El alcalde de Diversión es otro de quienes no cabe de la dicha con el punta de Édgar, pues “demuestra que algunos límites sólo existen para ser rebasados con tenacidad, al obtener un alto puntaje en las Pruebas Saber, con enfoque a personas en condición de discapacidad”.

Si en la Casa de Nariño se homenajeó a los tres jóvenes con puntaje perfecto en las pruebas Icfes, lo mínimo que merece Édgar es el aplauso de quienes conozcan su historia.

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