El presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Eduardo Cifuentes, quien asumió el cargo hace dos meses luego de la salida de Patricia Linares, sostuvo que está dispuesto a entablar un diálogo constructivo con los críticos de la entidad. Para ello, aseguró que es necesaria la disposición a escuchar en pro de la paz de Colombia. Recalcó que la entidad está plenamente consolidada y trabaja al 100% gracias al trabajo de su antecesora y a la gestión de la secretaria Ejecutiva, María del Pilar Bahamón. Además, se refirió al actuar del exfiscal Néstor Humberto Martínez, que afectó gravemente al tribunal.
En entrevista con El Espectador, Cifuentes reiteró que la JEP es consciente de la misión histórica y la responsabilidad institucional que asumió la entidad al respaldar la justicia en el país, sancionando a los responsables de crímenes cometidos durante el conflicto armado. Este será el foco operativo para dar cumplimiento a la paz sin impunidad. “Solo así se tendrá una paz estable y duradera y no se repetirán los ciclos de violencia”, señaló.
Respecto a la resultados de la entidad, Cifuentes indicó que no ha sido una tarea sencilla someter a la justicia a 12.711 personas; revisar y rechazar solicitudes de ingreso; resolver miles de recursos de reposición, apelación, tutelas, medidas cautealres; y otorgar tratamientos jurídicos especiales. Pero, este trabajo realizado hasta la fecha permitió que se dictaran 36.990 decisiones, lo que reitera el compromiso de la entidad con la paz. El magistrado explicó, en relación con la tarea de la JEP, que para realizar las investigaciones de crímenes los analistas revisan una gran cantidad de datos. Asimismo, el Grupo de Análisis de la Información (GRAI) verificó 187.424 hechos únicos asociados a 265.507 víctimas y 16.969 responsables, datos que además, ya fueron sistematizados. Lo anterior, permitió identificar planos más amplios de los crímenes cometidos, los actores involucrados y el camino a seguir para sancionar según el sistema de justicia.
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Para este año, la JEP se preparó en materia de tecnología para afrontar los retos de la virtualidad a través del programa ‘Justicia más digital’. Esto ha permitido que se superen las cinco diligencias semanales. Además, el magistrado señaló que el año pasado se realizaron 340 diligencias virtuales. Ahora, la Justisdiccón espera entregar los resultados de los siete macrocasos abiertos. Al respecto, el magistrado Cifuentes explicó que “los primeros autos de determinación de hechos y conductas, que son las primeras conclusiones en materia de secuestro y falsos positivos, se van a conocer prontamente”. A partir de allí, los responsables, siguiendo los procedimientos de la JEP, aportarán a la verdad y asumirán su responsabilidad. En caso contrario, enfrentarán la apertura de procesos adversos, como sanciones carcelarias de hasta 20 años.
El presidente de la JEP también sostuvo que profundizarán sobre múltiples líneas de investigación para abrir nuevos macrocasos. “Vale la pena tener en cuenta que delitos como violencia sexual ya se están abordando en varios de los casos abiertos, como el de reclutamiento de niños y niñas” y aquellos relacionados con la situación territorial en el norte del Cauca, Nariño y Urabá.
Respecto a la relación con la Fiscalía, el magistrado señaló que cumple con los requisitos de la Constitución Política dada la colaboración armónica correspondiente entre las dos entidades del Estado. Pero, “la conducta del anterior fiscal Néstor Humberto Martínez, afectó gravemente, y en términos mayúsculos, el ejercicio de las competencias de la JEP”, aseveró a El Espectador. Este comportamiento es injustificable, indicó, ya que evidencia un comportamiento proscrito.
También se refirió a los opositores de la entidad y se comprometió a desarrollar planes de pedagogía para que, por vía de la JEP, se genere un consenso profundo por la justicia y la reconciliación. “Como dije en mi discurso de posesión, la JEP está abierta a la crítica honesta y que se basa en hechos reales, pero lo que no admitiremos será la difusión de afirmaciones sin fundamento fáctico.
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