En reacción a lo que fue la quinta masacre del año en Colombia, de acuerdo con el conteo de INDEPAZ, autoridades militares y civiles del departamento de Antioquia avanzan con investigaciones que esclarezcan los móviles detrás del asesinato de tres jóvenes en el municipio de Tarazá.
Las primeras hipótesis sostenidas por los organismos de investigación aseguran que los asesinatos ocurrieron tras un enfrentamiento entre miembros del ‘Clan del Golfo’ y ‘Los Caparros’, cuyo accionar delictivo ha sido reportado por ciudadanos del municipio.
Por lo que, luego de un consejo extraordinario de seguridad en el que participaron las autoridades departamentales y el Gobierno Nacional, fue anunciada una recompensa de 50 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables del hecho de sangre que conmovió al municipio.
En ese mismo consejo, también fueron anunciados el aumento del pie de fuerza en el municipio, así como el incremento de uniformados para el mandatario local en su esquema de seguridad, y se dictaminaron controles a la mineral ilegal, otro problema endémico de Tarazá, y refuerzo policial para controlar el expendio ilegal de estupefacientes.
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Ante los anuncios, el alcalde de Tarazá, Ferney Álvarez Ortiz, afirmó que el ataque armado ocurrió en un lugar donde había un expendio de estupefacientes, por lo que la presencia de la fuerza pública es clave para contrarrestar el incremento de la venta ilegal de este tipo de sustancias.
“Según el reporte que nos entregaron, ese sitio era utilizado para la venta de sustancias alucinógenas. Prácticamente rotaban, se hacían un día en un sitio y al día siguiente en otro. Por eso, no podía ser intervenido”, señaló en declaraciones oficiales ofrecidas con posterioridad al consejo extraordinario de seguridad.
A manera de respaldo a la autoridad civil, el director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, general Carlos Ernesto Rodríguez Cortés, sostuvo que la presencia del Ejército y la Policía se mantendrá en ese municipio del Bajo Cauca , no solo para esclarecer los móviles de la masacre sino también para combatir las estructuras irregulares que hacen presencia en la zona.
“Continuamos con las operaciones con el fin de contrarrestar a estos delincuentes que generaron este lamentable hecho donde murieron tres jóvenes. Ya se tiene proyectada una recompensa de 50 millones de pesos de la Gobernación de Antioquia y de la Policía Nacional”, sostuvo el uniformado.
De parte de la autoridad departamental, el subsecretario de Seguridad Ciudadana de Antioquia, Jorge Ignacio Castaño, dijo que se establecerá una ruta de apoyo a las víctimas de la confrontación armada que asola al municipio.
“El fortalecimiento de los mecanismos de atención a las personas afectadas por la confrontación entre grupos armados organizado, para que las víctimas puedan tener las condiciones de retorno”, afirmó el funcionario.
La masacre fue reportada por los vecinos a finales del lunes 18 de enero; según distintas versiones aportadas a medios regionales, el ingreso de hombres fuertemente armados a la parte alta de la zona urbana de Tarazá, en específico al barrio Las Palmas, fue el detonante de los hechos luctuosos que conmovieron al municipio.
En este lugar hubo cruce de disparos que costaron la vida de tres personas, menores de edad, que se encontraban en el lugar de los hechos.