El plan del Gobierno Nacional para iniciar la vacunación masiva contra el covid-19, es dividir la estrategia en cinco fases entre las cuales, la primera va dirigida a las personas mayores de 80 años y a la primera línea de médicos y profesioanales de la salud que enfrentan el virus día a día y de los cuales se reportan al menos 150 muertos. Pues, a pesar de que es la estrategia que se adelanta en diferentes países, la periodista y columnista Paola Ochoa se preguntó en una columna de opinión publicada en El Tiempo: ”¿Tiene sentido administrar primero la vacuna entre quienes tienen mayores probabilidades de morir?”.
La también panelista de radio siguió cuestionándose la priorización que se le ha dado a los adultos mayores diciendo que si no debería vacunarse primero a los jóvenes y adolescentes que “tienen toda una vida por delante” y afirmó que esta idea sale de una propuesta de The Boston Globe, uno de los diarios más importantes de Estados Unidos, que escribió un artículo llamado ‘Vacuna a los más jóvenes’ en el que expone los objetivos de esta iniciativa: maximizar la eficiencia de la vacuna y minimizar los contagios.
Según explica Ochoa en su texto, la idea sería tener en primera fila a los ‘millennials’, nacidos entre 1980 y 1993, y a la generación Z, que van del 93 al 2000, “los dos grandes grupos de asintomáticos y los mayores responsables de la propagación del virus en todo el globo terráqueo”. Además dijo que con estos se podrían implementar jornadas de vacunación en escuelas, universidades, claustros y campus, lo que simplificaría y haría más barato el costo y los obstáculos en todo el país.
“Ello pondría punto final a las ‘covid-fiestas’ y rumbas clandestinas, mientras se le daría un nuevo aire a la industria nocturna —bares, discotecas, cines, teatros y restaurantes—”, y propone que estos espacios modifiquen sus rutinas para recibir a los jóvenes que ya tengan la vacuna, sin embargo, el Gobierno no ha hablado de ninguna posibilidad de discriminar por quien tiene o no la vacuna.
Finalmente y, a pesar de los ejemplos en otros países, Ochoa no menciona a los profesionales de la salud. Para ella la prioridad serían también los maestros y cita que Unicef ha venido pidiéndolo desde hace un tiempo. “¿Para qué gastarse las primeras dosis en los más viejos y enfermos?”, se cuestiona.
En su texto, Ochoa también se pregunta cómo se llevará a cabo la inmunidad de rebaño si muchas personas no quieren vacunarse, lo que causaría, para ella, una afectación a los “más pobres y llevados”, además dice que afectaría al personal de la salud y a los niños, estos últimos por falta de desarrollo social a causa del poco contacto con el mundo, en medio del confinamiento. También afirma que muchas personas tendrían un plan B en caso de que no lleguen las vacunas prometidas por el mecanismo Covax, unas empezarían a buscar sus dosis por toda Latinoamérica y otras, lo haría de ‘shopping’ en Miami, además de importarla desde Estados Unidos para sus familias y empresas.
Por su parte, las aseguradores de salud presentaron sugerencias y plantearon una estrategia con el objetivo de mejorar el proyecto de decreto que define el Plan Nacional de Vacunación contra la covid-19. Por ello, consideran que es posible hacer algunos cambios que faciliten una mayor cobertura poblacional durante el proceso de inmunización. En esa medida, propuso que se evalúe la posibilidad de ampliar la dispensación de la primera dosis, como ya lo contemplan otros países, y que la vacuna sea obligatoria para la ciudadanía que ya definió el Ministerio de Salud según su grupo de priorización.
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