Juan Bailarín, líder indígena y Guardia Mayor del pueblo emberá fue retenido la tarde del domingo 17 de enero de 2021. Según informó su compañera sentimental, después de las 6:00 pm, mientras departía con ella, llegaron hombres armados y motorizados que, luego de un intercambio de palabras, se lo llevaron a la fuerza.
Fue ella misma quien se dirigió a Mutatá, Chocó, a denunciar los hechos ante las autoridades y medios de comunicación de la zona.
De inmediato, Indepaz y la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz establecieron una alerta roja ante el reporte de secuestro del líder ambiental e indígena.
La Comisión aportó más detalles respecto a la retención: informó que el punto físico en donde fue retenido Bailarín estaba cerca del puente del río Pavarandó, Mutatá-Antioquia, así como atribuyó el acto a miembros paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Según fuentes de la Comisión así como la esposa del líder indígena, fueron ocho los paramilitares que retuvieron y abusaron del líder indígena.
De otra parte, la versión aportada por la Comisión hizo énfasis en la serie de maltratos que padeció Bailarín: el líder indígena fue acusado de ser colaborador del Frente 35 del ELN. Dado que Bailarín, quien se hallaba junto a su compañera sentimental, se negaba a admitir esta acusación, e insistía en su filiación como Guardia Mayor de la Guardia Ambiental, fue amenazado con cortarle la lengua mientras le colocaban una bolsa desde la cabeza hasta la nuca con el fin de obtener la confesión de que Bailarín era un guerrillero.
La Comisión indicó que el líder indígena estuvo sometido a una hora y cuarenta minutos de malos tratos y abusos, e incluso los miembros paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia le advirtieron que si salía con vida, no podía denunciar lo ocurrido o correría el riesgo de ser “dado de baja”.
Al parecer a Bailarín lo condujeron en camión por el corregimiento de Pavarandó, en Mutatá, Antioquia, en donde fue dejado cerca a la estación de policía, desde donde se reportó su liberación en últimas horas de la noche del 17 de enero.
Bailarín, quien no ha entregado declaraciones a medios, es una figura prominente en su comunidad así como participante de la escuela de paz de la región, una organización conformada por la sociedad civil y con el apoyo multilateral de entidades multilaterales, que busca ejercer actos de justicia y reconocimiento, tanto entre sus miembros como con sus victimarios, los desmovilizados de la antigua guerrilla de las Farc.
Sin embargo, en septiembre del año anterior, las Autodefensas Gaitanistas, retuvieron por más de un mes a otro líder indígena, supuestamente integrante del ELN según falsos reportes.
Esto sería una retaliación por la colaboración que las comunidades indígenas han construido con la fuerza pública para alcanzar la erradicación de 150 hectáreas de coca sembradas en sus territorios, con el fin de evitar la aspersión aérea así como buscando la exclusión del conflicto que sostienen distintos grupos ilegales.
Además, la motivación de la Escuela, que consiste en lograr que los más de 1.000 emberá asentados en esta zona del noroccidente antioqueño se decidan a perdonar, vivir con resiliencia y a confiar en las nuevas oportunidades, le generó mayores inconvenientes ante estos mismos grupos.
Tanto así que el 29 de febrero de 2020, bajo la supervisión de la Misión de Verificación de la ONU, entre otras entidades nacionales e internacionales, encabezaron junto a exguerrilleros de las antiguas Farc un ritual de perdón, en el que excomandantes como Pastor Alape y Rodrigo Granda reconocieron públicamente a estos pueblos como víctimas directas de sus acciones militares durante el periodo de conflicto.
Este evento y la construcción de la Escuela de Paz los tiene en la mira de la AGC, que los considera auxiliadores de la guerrilla marxista del ELN; situaciones por las que fue retenido, y salvó la vida, el líder Juan Bailarín.