Para su defensa, Eduardo Pulgar acude a un ex FBI experto en audios que trabajó en el ‘Vuelo 93′ y en el escándalo sexual de Mónica Lewinsky

La referencia de la grabadora con la que se registró la conversación en la que Pulgar trataba de sobornar a un juez sería una prueba clave, para la defensa del funcionario, que demostraría que son audios manipulados.

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Por tercera vez, la audiencia en contra de Pulgar fue reprogramada: Quedó pactada para el 25 de enero, y estará bajo la administración de la nueva procuradora, Margarita Cabello,
Por tercera vez, la audiencia en contra de Pulgar fue reprogramada: Quedó pactada para el 25 de enero, y estará bajo la administración de la nueva procuradora, Margarita Cabello,

Tras su captura en noviembre de 2020, el senador del partido de la U, Eduardo Enrique Pulgar Daza, por órdenes de la Corte de Justicia, y acusado por cohecho y tráfico de influencias, sigue insistiendo en su libertad. Además de que su defensa alega que los audios que tiene en sus manos el ente acusador han sido manipulados para perjudicar a Pulgar, se busca que la experiencia de Douglas S. Lacey, quien según la defensa de Pulgar, trabajó siete años para el FBI, demuestre que en los audios hay irregularidades.

De acuerdo con la última investigación publicada por el periódico El Tiempo, el penalista Jaime Granados, encargado del caso de Pulgar, está buscando la forma de agregar una nueva señal que indique que los audios que inculpan al senador de ofrecerle $200 millones a un juez para favorecer a su amigo Luis Fernando Acosta Osío, un excónsul colombiano en Polonia, no son totalmente verídicos.

Para demostrar la principal premisa en el caso, que argumenta que los audios están manipulados, y que pretende buscar la libertad de Pulgar, se solicitaría la ayuda de Douglas Lacey quien, según explicó el periódico El Tiempo, y según argumenta Granados, es conocido por haber hecho parte de la ardua tarea de recuperación de los datos de voz de la cabina del vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en los atentados del 11 de septiembre de 2001, y de comprobar la autenticidad de los audios de Linda Tripp y Mónica Lewinsky, dentro de la investigación en contra del presidente Bill Clinton, en los que se denunciaba Mónica habría mantenido relaciones sexuales con el entonces presidente de los Estados Unidos, mientras ella ejercía como practicante en la Casa Blanca.

Mónica trabajó en la Casa Blanca mientras Clinton era presidente. La mujer, con la ayuda de la secretaria Linda Tripp, grabó audios en los que demostraba que habría tenido encuentros sexuales con el mandatario.
Mónica trabajó en la Casa Blanca mientras Clinton era presidente. La mujer, con la ayuda de la secretaria Linda Tripp, grabó audios en los que demostraba que habría tenido encuentros sexuales con el mandatario.

Lo que explica Granados, según la información revelada por el periódico El Tiempo, es que, de acuerdo con lo que dice Douglas Lacey y su equipo de trabajo, es ‘técnicamente imposible’ que Andrés Rodríguez Cáez, el juez que rechazó el supuesto intento de soborno, y quien grabó la conversación con Pulgar, haya usado una grabadora Sony ICD-PX312F, pues esa cámara salió en venta al mercado en el 2011, tres años después de la grabación de la conversación en la que Pulgar le ofrecía “200 barras” a Rodríguez por su colaboración en el caso de su amigo, Luis Fernando Acosta.

Según Daniel Coronell, quien expuso esa información en una de sus columnas para el portal de Los Danieles, la reunión entre ambos funcionarios se habría hecho en 2007 y, de acuerdo con el perito de la defensa de Pulgar, las grabaciones fueron creadas en 2008.

“O bien la grabación no fue creada con la grabadora que indica el exjuez, la cual desapareció, o bien los metadatos de sus archivos fueron modificados a una fecha anterior”, explicó Granados en unos testimonios recopilados por El Tiempo. El abogado cree que, por esa razón, “los audios no pueden considerarse auténticos”.

Eduardo Pulgar ya ha sido citado en dos ocasiones para rendir cuentas a la justicia, sin embargo, en ambas ocasiones, se han aplazado las audiencias por situaciones de fuerza mayor. A pesar de las razones otorgadas para las postergaciones de las audiencias, Daniel Coronell, periodista denunciante en el caso, asegura que todo ha sido orquestado.

El comunicador manifiesta que lo que quería Pulgar con los aplazamientos de sus audiencias era hacer que su caso quedara a manos de Margarita Cabello quien, según otra de sus investigaciones para Los Danieles, sería amiga personal de Pulgar.

Eduardo Pulgar y Margarita Cabello en lo que parece una celebración de Carnaval de Barranquilla. Foto: Twitter de Daniel Coronell
Eduardo Pulgar y Margarita Cabello en lo que parece una celebración de Carnaval de Barranquilla. Foto: Twitter de Daniel Coronell

La situación que advertía Coronell efectivamente sucedió, pues ella se posesionó este viernes 15 de enero en el cargo de Procuradora General de la Nación, lo que indica que el caso de Pulgar queda dentro de su periodo.

La primera audiencia, programada para el 8 de enero, se postergó debido a que el Inpec argumentó que, por la necesidad de hacer mantenimiento a sus computadores, no podrían prestar la sala para que Pulgar se conectara a través de una videollamada para hablar con el ente acusador. Con esa novedad, la audiencia se reprogramó cinco días después, el 13 de enero, pero, en esta nueva ocasión, la reunión se canceló, otra vez, porque, según lo informó la periodista de Caracol Radio, D’arcy Quinn, en su sección de ‘secretos’, Pulgar estaría presentando problemas de salud, específicamente, tendría picos de tensión alta.

La nueva audiencia quedó pactada para el 25 de enero, y estará bajo la administración de la nueva procuradora, Margarita Cabello, quien, según luego de las denuncias de Coronell, ha dicho que no es amiga cercana de Pulgar, y que actuará bajo los lineamientos que dispone la ley colombiana.

Los delitos que presuntamente tiene Pulgar encima podrían acarrearle una destitución definitiva de sus funciones políticas, y una pena de hasta 12 años de cárcel, según explicó el periódico El Tiempo.

Fuentes consultadas por ese medio nacional aseguraron que, a pesar de los esfuerzos de la defensa de Pulgar, los audios no son la única prueba en el caso. De hecho, Myriam Ávila Roldán, procuradora delegada para la investigación y juzgamiento penal, refutó las objeciones presentadas por la defensa de Eduardo Pulgar.

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