Mientras la mayoría de los habitantes de Cali (Valle del Cauca) están en sus casas por la medida de toque de queda, tres jóvenes aprovecharon la soledad para ir al centro de la ciudad y atrapar las palomas que revolotean en la Plazoleta de San Francisco, lugar cercano a la Gobernación del Valle. Al principio los ciudadanos creyeron que los animales estaban siendo robados para realizar “rituales satánicos”, pero luego los sujetos explicaron sus actos: estaban cazando palomas para comerlas.
El hecho se conoció gracias a un video difundido este 17 de enero en redes sociales donde se ve que los implicados fueron retenidos por dos uniformados de la Policía de Cali. Al parecer los jóvenes tenían varios minutos atrapando palomas en la Plazoleta y las guardaban dentro de unos maletines que portaban. La acción fue presenciada por varios ciudadanos que los reportaron ante las autoridades.
En las imágenes se ve a los policías interrogando a los hombres que de su maletín sacaron al menos seis palomas. Mientras esto sucede, los ciudadanos los cuestionaron y aseguraron que ese lugar es la casa de esos animales y debían ser protegidos. “Aquí nadie puede tocar las palomitas porque nosotros venimos a echarles comida. ¿Cómo van a venir ustedes a robarse las palomas? Eso no se hace”, se escucha en el video.
Aunque las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial, hasta el momento se sabe que los jóvenes intentaron llevarse las palomas para cocinarlas y consumirlas ya que tienen varios días sin comer. También se presume que uno de los implicados es colombiano y los otros dos son de origen venezolano.
Esta situación parece no ser nueva en Cali, pues algunos ciudadanos han reportado que otras personas en diferentes oportunidades han robado palomas, e incluso perros y gatos para comerlos.
El hecho ha indignado a los defensores del medioambiente en Cali. Terry Hurtado, concejal animalista, se pronunció al respecto y felicitó a las autoridades por evitar que los jóvenes se llevaran las palomas. “Primero, felicitar a la Policía por su acción y, segundo, esto nos lleva a una reflexión de que los animales no deben ser objeto para el consumo, porque ellos sienten dolor”, dijo el concejal.
Aunque los ciudadanos están de acuerdo en que atacar a estos animales no es correcto, la indignación principal está alrededor de la inequidad social. En redes se lee a varias personas denunciando que un sector de la población está padeciendo hambre y por eso llegan a cometer actos desesperados, sobretodo en las últimas semanas que se ha afectado la economía a causa de las medidas implementadas para prevenir los contagios por covid-19.
Así como hay quienes intentan alimentarse de cualquier animal, hay personas que han intentado quitarse la vida porque no saben cómo sostener a sus familias en medio de la pandemia. Justo el 13 de enero una mujer de 55 años en el Barrio Llano Verde, al oriente de Cali, se quitó la vida porque no tenía suficiente dinero para pagar sus deudas ni comprar alimentos para sus hijos. Según las autoridades, la mujer se ocasionó varias heridas con un arma blanca, lo que horas después le produjo la muerte.
Frente a esta situación, diferentes organizaciones sociales de la capital del Valle del Cauca solicitaron a la Alcaldía que ofrezca más ayudas económicas para las personas que se encuentran afectadas por la crisis actual.
El arzobispo de la Arquidiócesis de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, se pronunció en su cuenta de Twitter sobre las consecuencias de las medidas implementadas por la cuarentena y cuestionó a los gobernantes. “¿Están pensando las autoridades nacionales y locales en la penuria alimentaria y crisis de subsistencia de la población que vive del día a día, del rebusque?”, escribió.
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