A través de un enternecedor video, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, y su esposa, Diana Osorio, compartieron los primeros pasos de su hija menor, muestra de que, después de un 2020 difícil por la pandemia y un trasplante de hígado, la menor se ha recuperado efectivamente.
La historia de Aleia, de un año de edad, fue dada a conocer por el alcalde de Medellín en marzo del año pasado. Su hija había sido diagnosticada con una enfermedad hepática y fue sometida a una cirugía; sin embargo, el informe médico final fue que la pequeña necesitaba un trasplante de hígado.
Cuando la menor tenía apenas cinco meses, en mayo de 2020, debió visitar nuevamente el quirófano, esta vez acompañada de su madre, quien fue la donante para el trasplante de su hija. “A pesar de que los médicos procuraron alargar el progreso de la enfermedad para alcanzar 8 kilos y reducir el riesgo de la cirugía, la enfermedad ha avanzado más rápido de lo querido”, informó el alcalde en su cuenta oficial de Twitter.
Por esta razón, la menor entró a una lista de espera para recibir la donación del órgano, pero el mandatario de la ciudad informó que este proceso era muy complicado porque no había muchos donantes y “la pandemia del coronavirus ha afectado esta situación aún más”.
Por esa razón, Quintero y Osorio decidieron someterse a unos exámenes para determinar si alguno de ellos dos podía ser el donante de hígado para su pequeña Aleia, cuyo nombre significa milagro. “Diana y yo fuimos evaluados por especialistas determinando ellos, después de varios exámenes, que Diana podía ser donante”, explicó Quintero.
Tras 16 horas de cirugía, madre e hija salieron victoriosas del quirófano y, en ese momento, todo se reducía a que la recuperación de ambas avanzara satisfactoriamente en el hospital, contando con todos los protocolos, pues del otro lado, el alcalde se preocupaba por ellas y debía evitar que la pandemia avanzara de manera desmedida en la capital de Antioquia.
Según retrató el diario El Tiempo en ese momento, el procedimiento que se realizó en el Hospital Pablo Tobón Uribe, contó con un gran equipo de trabajo conformado por Psicología, Trabajo Social, Química farmacéutica, personal de enfermería, equipo quirúrgico: anestesia con formación en trasplante hepático, cirujanos de trasplante de órganos abdominales, hepatólogo y gastroenterólogo pediátrico, instrumentador quirúrgico y equipo de enfermería.
“La niña se pudo operar sin dificultades. Aunque los menores con esta enfermedad tienen una vena que irriga el hígado, la cual no está muy bien formada, por lo que hubo que reemplazar esa vena, lo que hace que la cirugía haya sido más compleja”, explicó al diario el médico Sergio Hoyos, cirujano hepatobiliar y de trasplante hepático, quien estuvo en la cirugía.
Después de una semanas, ambas presentaron mejorías y fueron dadas de alta, para continuar la recuperación desde casa. En julio de 2020, Daniel Quintero dio positivo para covid-19 y tuvo que estar en aislado de su familia y trabajadores de la Alcaldía, mientras se recuperaba.
Desde entonces, dada la gravedad de la enfermedad y lo compleja que fue la cirugía, los padres de Aleia comparten con emoción cada logro que representa la recuperación favorable de la menor, después de un año difícil de estar bajo cuidado médico para monitorear su avance.
En agosto, el alcalde compartió emocionado que la menor ya empezaba a gatear, símbolo del buen avance de su recuperación.
Esta semana, casi un año después de conocer el diagnóstico de Aleia por el cual necesitaba un trasplante de hígado, sus padres compartieron sus primeros pasos.
“Para algunos es una etapa más, para mí es un milagro. Gracias Dios”, señaló Diana Osorio en su publicación, mientras su esposo agregó: “La vida que da pasos”.
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