En Colombia suceden hechos violentos diariamente y los delincuentes aprovechan esta realidad para hacer pasar por veraces eventos que no son ciertos y así extorsionar a sus víctimas. Este martes 12 de enero, la familia Guerra Ortiz, originaria de la Guajira, fue víctima de este truco cuando recibieron una llamada donde se les informó que dos de sus miembros estaban secuestrados.
El supuesto rapto se dio en la vía que conduce a Tomarrazón, corregimiento ubicado en el área rural de Riohacha (Guajira), mientras Fabián Guerra Ortiz, médico de profesión, se movilizaba junto a su hermano, Oswaldo Guerra Ortiz, y una enfermera. Estas tres personas iban a cumplir con una misión médica en Tomarrazón pero se vararon y se quedaron sin señal telefónica cuando estaban por llegar a su destino.
El grupo intentó comunicarse con su familia pero no tuvo éxito. Mientras ellos estaban incomunicados en la mitad de la vía, sus seres queridos fueron notificados del falso rapto. En la llamada le aseguraron a la familia que los hermanos Guerra Ortiz y la enfermera habían sido interceptados y secuestrados por subversivos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y les exigieron el pago de una recompensa para liberarlos.
La familia alertó a las autoridades e inmediatamente la fuerza pública se trasladó a la zona para determinar lo sucedido. En el operativo participó el Ejército Nacional, la Policía Nacional, el Gaula Militar y el Gaula de la Policía Nacional. Así mismo, se reportó que fue usado el helicóptero Cacom de la Fuerza Aérea Colombiana.
El operativo tuvo un despliegue como de película, pero al final no fue necesario y las autoridades encontraron a las tres personas fácilmente al lado de la carretera.
“La noticia del secuestro de una misión médica en zona rural de Riohacha es falsa. Los hermanos Guerra Ortiz y la enfermera que los acompañaba fueron encontrados sanos y salvos por el Gaula de la Policía Nacional, en compañía del personal del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes”, informó la Policía a través de un comunicado de prensa.
Después del hallazgo se conoció que nada era cierto: ni el secuestro, y ni siquiera la misión médica que supuestamente iban a realizar los tres individuos.
Las autoridades en su comunicado explicaron que se trata de una nueva modalidad de extorsión que se está gestando desde las cárceles. Delincuentes presos le proponen trabajos a los médicos en zonas apartadas y cuando estos están en camino e incomunicados aprovechan para contactar a las familias de estas personas y las notifican de falsos secuestros para pedir dinero por su liberación.
“Se trata de una nueva modalidad delictiva que están usando desde las cárceles para extorsionar a las personas denominada falso servicio. Esta consiste en hacer llamadas desde los centros carcelarios para que las personas presten sus servicios profesionales a lugares apartados donde no hay señal de celular y son caminos de difícil acceso. Allí los delincuentes aprovechan y toman contacto posteriormente con los familiares de los ciudadanos para decirles que los tienen secuestrados y hacerles la exigencia económica a cambio de liberarlos”, señala el texto.
Según reportan medios locales, en medio del desespero por no poder contactar a sus seres queridos, la familia Guerra Ortiz alcanzó a depositar dinero a los delincuentes, pero esta información no ha sido corroborada por las autoridades.
Lo que sí es cierto es que las tres personas llegaron alrededor de las 2:00 .p.m. a sus casas y se encuentran a salvo.
“Las víctimas en ningún momento estuvieron secuestradas (...) se encuentran sanas y salvas, pero por no tener señal en su celular y en este caso, se presentó una falla mecánica del vehículo que transportaba la misión médica, los familiares creyeron que estaban plagiados”, reiteró la Policía.
El Secretario de Gobierno del departamento de la Guajira, Jairo Aguilar Deluque, también estuvo al tanto de la situación desde el inicio y fue uno de los que ayudó a gestionar el operativo de la Policía. A pesar de que todo fue falso, el funcionario destacó el despliegue de la fuerza pública.
“Fue una gran labor de las autoridades militares, policiales, del Gaula Militar y de la Policía, para dar con el paradero de estas tres personas. Fue vital el plan candado y además la intervención de las autoridades para ubicarlos. El gobernador de La Guajira, Nemesio Roys, estuvo al tanto de todo lo ocurrido y gracias a Dios se terminó de buena manera”, dijo Deluque.
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