Considerado uno de los mejores atletas de la historia en el deporte colombiano, el antioqueño Álvaro Mejía Flórez, ícono y exponente de las carreras falleció a sus 80 años, en la tarde del martes 12 de enero.
Mejía dejó marca en la memoria del deporte nacional por ser el único atleta suramericano en conquistar la tradicional Maratón de Boston en Estados Unidos, en la edición de 1971. En dicha carrera registró un tiempo de dos horas, 18 minutos y 46 segundos.
La noticia fue dada a conocer sobre las 3:00 p.m. por el programa El Vbar de de Caracol Radio y de inmediato despertó luto, nostalgia y reconocimiento por parte de sus seguidores, prensa y autoridades deportivas colombianas.
Así lo despidió y le agradeció el Ministerio del Deporte a Mejía tras conocerse su fallecimiento:
El atleta cosechó su primer gran triunfo en 1962 tras imponerse en los 1.500 metros de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Además, ha sido el único corredor que ha ganado las pruebas de 1.500, 5.000 y 10.000 metros en una misma edición de los Juegos Centroamericanos y Juegos Bolivarianos.
Mejía conquistó un tricampeonato bolivariano en las distancias de los 1.500, 5.000 y 10.000 metros planos en Quito, en 1965. Entre su palmarés, el atleta también cuenta con una victoria en la tradicional carrera de San Silvestre de São Paulo, Brasil, llevada a cabo en 1966.
Antes de morir, Mejía acababa de ganarle una batalla al cáncer y, tras casi un año de cuarentena donde también debió lidiar con la depresión, fue recordado por vencer la clásica Maratón de Boston en 1971 con entrenamientos de 240 kilómetros semanales. En aquella ocasión, Mejía ganó por sólo cinco segundos, convirtiéndose en la final más apretada de la competición.
El atleta, al que solo le faltó ganar una medalla olímpica, guardó recuerdos de cómo fue intentar hacerse a un título en unos juegos internacionales. Su último intento fue en Múnich 1972, evento que marcó su despedida tras terminar en el puesto 48 del maratón, con un tiempo de dos horas, 31 minutos y 56 segundos.
Ahora, en enero de 2021, el campeón de Boston 1971 será recordado por dejar un legado en la historia deportiva nacional con su larga cabellera de canas y cola de caballo. Mejía se despidió tras ocho décadas de vitalidad retirado en su apartamento ubicado en el barrio La Soledad, donde también dejó recuerdos como caminante en los alrededores del Park Way en Bogotá.
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