El 15 de diciembre pasado, Wilfrido Murcia, un ciudadano de 54 años, fue asesinado en un bus del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de Bogotá. Tres semanas después, el 4 de enero, un presunto ladrón, a quien todavía no se ha logrado identificar, murió en manos de un pasajero que, al parecer, lo desarmó para impedir un robo y le atacó. Ambos casos evidencian la inseguridad que hoy temen los usuarios del sistema.
Desde 2019, tres ciudadanos han fallecido en los buses zonales azules. No obstante, la preocupación es que entre el último mes de 2020 y el primero de este año, ya se presentaron dos casos. También inquieta a la ciudadanía que pese a la comisión de estos crímenes y la denuncia en los medios de comunicación, parecen no detenerse: dos días después del asesinato de Wilfrido Murcia, ocho pasajeros del SITP fueron asaltados en la avenida carrera 68, y tres días posteriores al caso del presunto ladrón, fueron capturados dos delincuentes por hurto a pasajeros del SITP en Fontibón.
Pese a la reducción del hurto a personas en buses del transporte público en un 56,4 %, pues se pasó de 1.648 casos entre enero y noviembre de 2019 a 710 en el mismo lapso de 2020, según las cifras recogidas por la Secretaría de Seguridad, los usuarios siguen sintiéndose inseguros. La razón, quizá, es que en comparación con el sistema TransMilenio, los buses azules del SITP no cuentan con un comando especial policial.
El secretario de seguridad de la capital, Hugo Acero, le dijo a El Tiempo que a pesar de que los buses zonales no cuentan con un comando de policía especial, sí hay seis oficiales de esta institución, entre rango mayor y coronel, a cargo de las rutas y zonas donde la inseguridad es crítica, asignados por el mayor general Óscar Gómez Heredia.
Las rutas y zonas a las que Hugo Acero hizo referencia fueron “San Cristóbal, hacia la parte de la zona de Juan Rey; unas zonas en Kennedy, como Patio Bonito”, además de Usme, Bosa y Suba Rincón.
Lo que dejó claro el secretario de Seguridad es que, sin importar que no haya uniformados de la Policía en el interior de los buses del SITP y los paraderos, como sí los hay en TransMilenio, se está velando por la seguridad en el sistema. “La policía, los gestores y a veces alcaldes locales nos subimos a los buses a hacer requisas”, aseguró. En las requisas se han hallado armas de fuego, fogueo y cortopunzantes.
El tema de la inseguridad en los buses del SITP toma mayor preponderancia si se tiene en cuenta que antes de la pandemia, de acuerdo con la Encuesta de Movilidad de 2019, se realizaban 1′483.030 viajes diarios en los buses zonales y 898.208 en los provisionales, es decir, un 16,8 % entre los distintos medios de transporte en la ciudad. TransMilenio, en ese entonces, representó un 18,4 % de los viajes.
¿Cuál es la solución a la problemática? Aunque no hay una respuesta concreta, para el experto en seguridad ciudadana Johan Avendaño, consultado por el diario bogotano El Tiempo, hay dos aspectos que deben fortalecerse: identificar sectores ideales para los delincuentes, debido a la oscuridad y soledad, y el funcionamiento de las cámaras de seguridad en el interior de los buses.
El aumento de la percepción de inseguridad, de acuerdo con Hugo Acero, se debe a la viralización de los casos de hurtos en redes sociales, así como el mayor cubrimiento de los medios. Así lo manifestó el 30 de octubre de 2020: “Hechos como los de ayer —el homicidio dentro del bus de Transmilenio a la altura de la calle 85—, imágenes como las que se presentan de algunos atracos, inclusive violentos, y homicidios que se distribuyen a través de las redes produce una sensación de miedo altísima”.
“Dejé de ver los noticieros de la mañana porque uno se levanta y ve 4, 5, 6, 7 casos que sucedieron la noche anterior con los noctámbulos o los patrulleros de la noche y pues”, agregó Acero en ese entonces.
Una percepción de inseguridad generalizada
El aumento de la percepción de inseguridad no solo es en el sistema de transporte público, sino en la ciudad en general. Durant el 2019, el 27 % de quienes residen en la capital manifestaron sentirse seguros que en la ciudad, según Bogotá, Cómo Vamos, y en el 2020, solo un 7 % señaló sentirse así, de acuerdo con la segunda Encuesta Virtual #miVozmiCiudad de la Red de Ciudades, Cómo Vamos y Fundación Corona.
Por encima de Bogotá, en percepción de inseguridad, se situó Quibdó (Chocó) con un 3 %, y con el mismo porcentaje, Cúcuta, donde la Fundación Progresar y la Alianza de Organizaciones Sociales y Afines denunciaron la presencia del grupo paramilitar ‘Los Rastrojos’.
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