Este jueves 7 de enero, tras una reunión de casi cuatro horas, las autoridades de Risaralda tomaron medidas más restrictivas para evitar que sigan aumentando los contagios de covid-19.
A partir del viernes 8 de enero iniciará la ley seca y toque de queda a las 7:00 p.m. y durará hasta las 5:00 a.m. del martes 12 del mismo mes, según dio a conocer Noticias Caracol.
Además, habrá cambios en el pico y cédula y a partir de este 8 de enero los días pares saldrán quienes tengan cédula par y los días impares podrán hacer diligencias o comprar comida quienes tengan número de identificación impar.
Las autoridades del departamento están preocupadas, pues la ocupación de UCI ya está en 91% y hay escasez de medicamentos. Así lo denunció Juan Carlos Restrepo, gerente del hospital San Jorge, quien le dijo al noticiero que por la falta de “los medicamentos de primera línea, los especialistas han tenido que recurrir a medicamentos de tercera y cuarta línea que han dificultado la sedación de los pacientes”.
Segunda ola de COVID-19 que vive Colombia podría ser peor a la de junio-julio, advierte infectólogo
Según el doctor Óscar Dueñas, director del Hospital Universitario Nacional (HUN) de la Universidad Nacional de Colombia, el impacto que tiene el incremento de casos positivos ha generado en la institución una mayor demanda de servicios de cuidado intensivo y de hospitalización, que reporta el 95 % de su ocupación total, informó la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional.
“En este momento las dos o tres camas libres ya están asignadas a la espera de que lleguen los pacientes remitidos por el centro regulador de urgencias. Pese a que hay movimiento de los pacientes que se recuperan y salen de cuidado intensivo a hospitalización, el nivel de ocupación no disminuye debido a la alta demanda de camas que en este momento tiene el Distrito”, aseguró el doctor Dueñas.
Por su parte, Carlos Arturo Álvarez, médico infectólogo y coordinador Nacional de Estudios covid-19 desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), le aseguró a esta agencia que, “el segundo pico epidémico por el que atraviesa el país se esperaba, dada la mayor movilidad de los ciudadanos por las fiestas de fin de año”.
Además agregó que “este pico llegará incluso a ser superior en junio, ya que, a diferencia de algunos países de Europa, nosotros no llegamos a nivel cero de contagios, sino que este se mantuvo estable hasta las fechas festivas, cuando volvió a subir con más fuerza”.
Para Álvarez, muchas ciudades acaban de salir del primer pico de contagio y otras están experimentando el segundo, por lo que hablar de medidas drásticas, como aislamiento obligatorio para todo el territorio, no es una decisión que se pueda tomar de forma generalizada, sino que se tiene que tener en cuenta el contexto de cada región y cada municipio.
“Cuanto más movilizada esté la población mayor será la circulación del virus, y para el caso de Bogotá las medidas de confinamiento por localidades tendrán un impacto que aunque no se verá de forma inmediata sí se reflejarán en la reducción de la tasa de transmisión, en el número total de infectados y en la demanda de camas UCI, al menos en una semana o dos”, le declaró Álvarez a la Agencia de Noticias UN.
El infectólogo aclaró que, en cada municipio se debe analizar la seroprevalencia (número total de personas infectadas) para así evaluar qué medidas se pueden implementar. “Por ejemplo Barranquilla presenta una seroprevalencia del 55 %, Medellín de 25 % y Bogotá de cerca del 30 %, lo que quiere decir que, aunque muchas personas se han infectado, aún falta para alcanzar la ‘inmunidad de rebaño’, por lo que las medidas se deben aplicar a cada caso y ciudad particular”, puntualizó.
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