El hecho de intolerancia se presentó en el municipio de Landázuli, provincia de Vélez, en el departamento de Santander, donde un hermano le disparó a Jhon Jairo Morales, de 36 años, en el pecho con una escopeta causándole la muerte inmediata debido a la gravedad de las heridas. Según las autoridades, la víctima y su hermano discutían por un proceso de sucesión de terrenos heredados de sus padres. Este enfrentamiento se originó tiempo atrás, hasta este sábado 2 de enero cuando el hoy detenido decidió acabar con la vida de su hermano.
El hombre de 46 años, señalaron las autoridades del departamento, durante la discusión decidió sacar un arma de fuego, tipo escopeta, para propinarle un disparo a la altura del pecho a su hermano Jhon Morales, quien murió inmediatamente en el lugar debido a la magnitud de las lesiones. El coronel Iván Darío Santamaría Montoya, comandante de la Policía de Santander, sostuvo que el enfrentamiento se presentó como un hecho de intolerancia, falta de diálogo y conciliación por parte de los hermanos cuando la discusión verbal se convirtió en una agresión física.
Además, el oficial señaló que, luego del homicidio, “el agresor emprendió la huida, pero gracias a información de la comunidad que alertó de manera oportuna”, el cuadrante de la Policía capturó al responsable en el kilómetro 15 de la vía Cimitarra-Landázuli, en el sector conocido como El Viaducto. La tragedia generó rechazo en la comunidad del sector, quiene señalaron que el altercado se originó tiempo atrás. Pero, al no llegar a un acuerdo, la relación de los hermanos se tornó tensa hasta desencadenar el altercado.
El presunto responsable de la muerte de Jhon Morales fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el delito de homicidio. Las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía para que, ante cualquier desacuerdo o conflicto, acudan mecanismo alternativos de solución, como el centro de conciliación, estaciones de Policía, comisarías de familia o las vías judiciales que ofrece el Estado para evitar las vías de hecho.
Otros hechos de intolerencia se presentaron el 1 de enero, pese a que la Policía Metropolitana de Cúcuta trazó una estrategia para mitigar la violencia durante la celebración de año nuevo, en menos de dos horas se presentaron dos asesinatos en la ciudad, entre las 6:10 a. m y 8:00 a. m. Según las autoridades, el primer homicidio se registró pasadas las seis de la mañana, cuando Cherleston Mora, de 30 años, recibió dos heridas en el pecho y una en el cuello con un arma cortopunzante, en el sector de la ciudadela Juan Atalaya. Durante la celebración, se desencadenó una riña entre los asistentes y Jhon Kevin González decidió sacar un cuchillo y agradecer de gravedad a la víctima.
El atacante, una vez cometido el homicidio, huyó del lugar, mientras Mora corrió hasta su casa a pedir auxilio a sus familiares. Allí se desplomó y uno de sus hermanos salió para ayudarlo. Luego, lo trasladó en un taxi hasta la Unidad Básica Loma de Bolívar, donde falleció. Uniformados llegaron al lugar y, a través de información de los testigos, lograron dar con el paradero de González.
El segundo caso se presentó cuando Willinton Alexander Molina, de 30 años, fue atacado hacia las ocho de la mañana en el barrio La Divina Pastora. La víctima estaba con unos conocidos celebrando la llegada de año nuevo y tomando algunos tragos. Pero, se presentó una discusión entre dos hombres por una deuda y Molina decidió intervenir. La víctima se unió al altercado, por lo que la persona que debía el dinero fue hasta su casa por una pistola y regresó para matarlo. Molina cayó en la vía y murió de inmediato. Aun no se ha logrado la captura del agresor.