En el marco de la Operación Cangrejo Negro, que busca restaurar los ecosistemas estratégicos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina afectados por el paso del huracán Iota, el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Cooperación Autónoma Regional del Archipiélago (Coralina) y la Corporación Masbosques, se alinearon para incentivar la participación de las familias en la recuperación de su patrimonio natural. Así, se desarrolló el programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) que beneficiará a 320 familias de la región.
La alianza se materializó a través de un convenio interadministrativo para la promoción de incentivos de Pago por Servicios Ambientales para 320 familias durante los próximos siete meses. Este proyecto tendrá una inversión de $1.893.680.000. Esta semana, 32 familias ya recibieron el primer pago por $500 mil gracias a sus actividades en pro del medio ambiente y la restauración ecosistémica de las islas. Asimismo, se fomentará el empleo con la contratación de diez técnicos de campo que realizarán talleres y jornadas de socialización a las familias beneficiadas.
El ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Correa, aseguró que con la operación Cangrejo Negro se espera devolverle al Archipiélago su biodiversidad, pero también reactivar la economía de las familias que se quieran dedicar a las labores de recuperación y limpieza, disponer adecuadamente los residuos y cumplir con las obligaciones de algunos acuerdos pactados entre las organizaciones ambientales y estatales y la comunidad.
Según el jefe de cartera, estas familias vivían del turismo de naturaleza y actualmente son las más interesadas en que las islas vuelvan a fortalecerse y recobrar ”el verde y el azul que las ha caracterizado”. Esta población también ha sido capacitada por un equipo del Sistema Nacional Ambiental para que domine las técnicas de propagación y siembra de especies, limpieza de caños y monitoreo de las estrategias que ayuden a mitigar la incidencia de eventos climáticos externos como el que se presentó en noviembre y diciembre en el Archipiélago.
A su vez, el director de la Corporación Masbosques, Jaime Andrés Urrea, aseguró que trabajar por la recuperación y conservación de los ecosistemas es el principal objetivo de la organización. Por ello, es crucial el trabajo con la comunidad y las instituciones en el territorio para fortalecer estos procesos y promover la sostenibilidad ambiental y social.
Estas 320 familias beneficiadas están divididas según la estrategia, pero el objetivo general consiste en rehabilitar, recuperar y/o reparar los ecosistemas marinos estratégicos, entre ellos los arrecifes de coral, y los ecosistemas terrestres fundamentales como las playas, bosque de manglar y bosque seco tropical. También, otro de los propósitos es realizar actividades de limpieza y descontaminación de los ecosistemas de humedales, cauces y pastos marinos, así como el rescate de individuos y la recolección de semillas que sirvan al bosque de la región.
Las familias también participarán en la elaboración de material orgánico y compost que servirá a los viveros y desempeñaran labores de conservación y barrido de diez hectáreas de ecosistemas marinos, construcción y adecuación de ocho guarderías de coral, siembra de diez mil fragmentos coralinos y la recuperación de 16 hectáreas del hábitat del cangrejo negro en el bosque seco, especie endémica de las islas.
Además, el 29 de diciembre, la isla de Providencia, con el apoyo del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI), inició la construcción del primer vivero para la restauración de la vegetación que hace parte de este mismo proyecto planteado por el Gobierno nacional y demás organismos ambientales y estatales para el restablecimiento ecológico de la zona. Este primer vivero, según el ministro Correa, contará con más de 10 mil plantas endémicas y tendrá 225 metros cuadrados.