Desde junio de 2020, el abogado barranquillero Alex Saab, de ascendencia libanesa y nacionalizado en Venezuela, se encuentra detenido en Cabo Verde, África. Entre otras acusaciones, Saab fue capturado cuando había sido enviado a ese país para negociar, supuestamente, víveres para el régimen presidencial del venezolano Nicolás Maduro. En medio de investigaciones que aseguraban que Saab estaba planeando escapar, y que resultó en el envío de buques estadounidenses para evitar la fuga, en las últimas horas se allanaron las casas y las oficinas de dos hombres que estarían involucrados en el caso del barranquillero.
Según investigaciones del periódico El Tiempo, e información recopilada por El Espectador, Fernando Gil Évora y Carlos Anjos son dos importantes ejecutivos de Cabo Verde y, en agosto de 2020, poco menos de dos meses después de la detención de Saab, habrían viajado para reunirse con Nicolás Maduro para hablar de la situación legal del abogado colombovenezolano.
De las oficinas y casas de los dos supuestos emisarios del país africano, las autoridades incautaron computadores, celulares y documentos confidenciales de los dos hombres.
Según explicó El Tiempo, Gil había sido destituido de su cargo del consejo directivo de la empresa estatal Emprofac. Según las autoridades, su salida del puesto fue consecuencia de “la infracción de los deberes inherentes al administrador público y desvío del objeto de las funciones”. Algo parecido sucedió con Anjos, ex director general de turismo, de quien también habrían “tomado distancia”.
Gil Évora también aseguró que ni él ni Anjos estuvieron en Venezuela ni se reunieron con Nicolás Maduro, y escribió: ”No estuvimos en ningún palacio presidencial, por lo que no [nos] contactamos con ningún presidente y mucho menos con entidades gubernamentales de otro país. En este sentido, es globalmente falso hablar de mítines políticos, etc.”.
Según se entiende, entonces, con la negativa del Gobierno africano de haber enviado emisarios, los dos funcionarios, habrían llegado a Venezuela, supuestamente, a través de un vuelo privado.
Según fuentes exclusivas consultadas por el periódico El Tiempo, los allanamientos buscarían demostrar, en este caso, que los dos hombres habrían infringido la ley, “este es el paso previo a decidir si los acusan o no. Se espera encontrar en sus computadores y teléfonos mensajes sobre el verdadero trasfondo de los contactos con Venezuela”, señalaron.
La acusación estaría directamente relacionada con lo sentenciado por el Ministerio Público, en donde se condena la reunión de los dos hombres con el presidente de Venezuela como ‘usurpación de la autoridad’, delito previsto en el artículo 312 del Código Penal, que sanciona a los culpables con penas de hasta cinco años de privación de la libertad.
Alex Saab, capturado por agentes de Interpol el 13 de junio de 2020 cuando su avión hizo escala en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de Cabo Verde, está buscando su libertad con ayuda de su defensa legal y Venezuela, de donde fue confirmado, en los últimos días, como el nuevo embajador venezolano extraordinario y plenipotenciario ante la Unión Africana. El próximo 10 de enero se hará una nueva audiencia ante el Tribunal de Justicia de África Occidental (CEDEAO), en la que se seguirá discutiendo la situación legal del hoy capturado.
Para las autoridades norteamericanas, según fuentes consultadas por El Tiempo, el nombramiento de Saab como embajador fue una especie de movida por parte del régimen de Maduro para tratar de librarlo de su cargos legales, sin embargo, explicaron que eso no serviría de nada, pues, “es un paso en falso. Ningún nombramiento de este tipo tiene efectos retroactivos. No va a afectar para nada ni su detención ni en el trámite de extradición. Y la dictadura admite con esa jugada el temor de que Saab sea procesado en Estados Unidos”, finalizaron.