La religiosa María Isabel Torres Vargas, directora del ancianato que atiende aproximadamente a 106 adultos mayores en el municipio El Líbano, Tolima, le conto al diario El Tiempo que, desde el 22 de diciembre, cuando empezaron a tener positivos por coronavirus, las labores de atención no han sido sencillas, pues a pesar que han hechos sus mejores esfuerzos, en 11 días han fallecido siete adultos mayores.
De acuerdo con el informe, los adultos mayores que hacen parte del centro geriátrico El Hogar San José, presentan morbilidades como diabetes, padecen constantes resfriados tras padecer Epoc -Enfermedad pulmonar obstructiva crónica- y enfermedades coronarias, sumada a esto su avanzada edad.
La hermana Torres, quien también es positiva por Covid-19, pero que no ha presentado mayores síntomas, indicó que durante todo el año el personal que trabaja en el hogar de los ancianos sido muy riguroso con las medidas y protocolos de sanidad y limpieza, pero desafortunadamente cree que el virus llegó por el personal externo que labora en el hogar geriátrico, a pesar que la mayoría de los enfermeros trabajan internos.
Asimismo, la religiosa lamentó el poco acompañamiento y apoyo que han recibido por parte de las autoridades municipales y de las EPS, que hubieran podido detectar a tiempo el brote y evitar que se expandiera. Aunque agradece el apoyo incondicional que han recibido por parte del Hospital Alfonso Jaramillo Salazar.
Este hogar funciona hace 40 años, por la iniciativa de las Hermanitas de los Pobres de San Pedro Claver y actualmente es un ente descentralizado del municipio y funciona con presupuesto público limitado y con la ayuda de algunos benefactores.
“Tengo una población muy vulnerable. No sé cómo no se han muerto. Yo creo que los hemos cuidado mucho. Todos están estables, comiendo bien, separados y regados por toda la casa”, afirmó la hermana al diario bogotano, quien añadió que se les ha aumentado el trabajo debido a que los cuidadores y enfermeras, que han sido asignados por las EPS o por algunos familiares, se han retirado del establecimiento para salvaguardar su salud.
La religiosa también le informó al medio que en los últimos días, algunos ancianos han sido retirados para ser atendidos por sus familiares y a los demás los mantienen aislados para evitar que el virus llegue a toda la población.
El geriátrico instaló ventanillas para que las familias puedan ver a sus abuelos, además, el acceso de personal ajeno solo se da en los casos de atención médica, informó El Tiempo.
Por otro lado, el medio indicó que El Hogar San José tiene una sede rural en la vereda La Trina, que por fortuna no ha registrado casos del virus.
Cifras de contagio.
En contagios, El Líbano ocupa el puesto 14 entre 47 municipios del Tolima, aunque los casos del hogar no han sido incluidos en las cifras departamentales, pues tardan en actualizarse. Según Diego Padilla, director del centro de urgencias del Hospital Alfonso Jaramillo Salazar, agregó que actualmente no hay disponibilidad de camas UCI en El Líbano. La ocupación ya está en el 100 por ciento, mientras que en el departamento va el 80 por ciento.
Según el reporte al 31 de diciembre de la Secretaría de Salud del Tolima, actualmente hay 38 casos activos de covid-19 en dicha población. En toda la pandemia se han registrado 488 casos (16 fallecidos y 434 recuperados más los 38 activos). En todo el departamento van 44.138 casos (1.265 muertos y 40.908 recuperados).
“Las cosas tienden a complicarse para las próximas semanas y todavía está lejos la vacuna. La recomendación es que no bajemos la guardia con el autocuidado”, advirtió Padilla.
La hermana María Isabel hizo un llamado a la comunidad para que donen elementos de aseo para el hogar (alcohol, geles, detergentes y jabones) y de uso personal para los abuelos; medicamentos como Azitromicina y tapabocas. También alimentos no perecederos.
En cuanto a la intervención del Estado, por la contingencia que vive en centro geriátrico, Yamid Mendieta, secretario de Planeación con funciones en salud, explicó que el 28 de diciembre visitó el Hogar y afirmó: “Encontré que los protocolos de bioseguridad estaban sobre el papel y no en la práctica”.
Agregó que, desde que la secretaría conoció los casos, se empezó a gestionar la provisión de elementos de bioseguridad y se activó un protocolo de atención con las autoridades de salud del departamento y con las EPS para enfrentar la situación. Sin embargo, sostuvo que “desde el hogar no se encendieron las alarmas a tiempo”.
“El día 29 de diciembre realizamos un consejo de gestión del riesgo en el que el alcalde, Jesús Antonio Giraldo, ordenó que el hogar debía entrar en cuarentena e intervenir con nuestro equipo de salud la situación”, añadió el funcionario.
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