Daniel Antonio Úsuga, más conocido como alias ‘Otoniel’, es el máximo jefe del Clan del Golfo, red delictiva que mueve toneladas de cocaína desde Colombia a Centroamérica y los Estados Unidos, y el narco más buscado en el país. Por información para su captura las autoridades estadounidenses y colombianas ofrecen hasta 5 millones de dólares o 3 mil millones de pesos, respectivamente.
Úsuga hizo parte del Ejército Popular de Liberación (EPL) desde los 16 años y de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según las autoridades maneja sus propias rutas para la producción y tráfico de drogas y está involucrado en la minería ilegal, extorsión, microtráfico y contrabando.
Actualmente, el diario El Tiempo reveló que Úsuga vive huyendo y escondiéndose sin poder ser atendido por su diabetes, enfermedad que, aparentemente, lo tiene en graves condiciones. Esto lo pudo establecer el medio a través de un informe de inteligencia de la Policía Nacional sobre la situación actual de ‘Otoniel’ y un oficial de la Dijín que les dio detalles sobre la actual vida del capo.
“Está aislado completamente, enfermo de diabetes. Enfermedad que le ha ocasionado problemas renales y que, de acuerdo con fuentes humanas, él no ha podido acceder a la atención que requiere y a los medicamentos, y más, porque contra él y su organización se mantiene la operación Agamenón”, dijo el oficial a El Tiempo.
Úsuga David, de acuerdo con las autoridades policiales, tiene al menos 120 procesos abiertos por múltiples crímenes y una circular roja emitida por Interpol por homicidio múltiple agravado, secuestro múltiple agravado y concierto para delinquir.
La información de inteligencia reveló que alias ‘Otoniel’ sigue viviendo en territorio nacional, a pesar de que se ha especulado que podría estar en Venezuela u otro país fronterizo, y que el Nudo de Paramillo, Córdoba, es su zona de influencia.
El narcotraficante, a pesar de ser uno de los hombres más ricos del país y el mundo a través del negocio ilícito, vive en condiciones deplorables, según el oficial reveló al diario, “en condiciones deplorables, aunque esta acostumbrado a vivir como un animal de monte, por su vida criminal”. Dairo Antonio Úsuga David se mueve constantemente entre la zona rural del municipio de Ituango, Mutatá, Chigorodó y Carepa, que limitan con Tierralta, Montelíbano y Puerto Libertador, en Córdoba.
El documento revela que al menos 200 hombres armados serían los que hacen presencia en los diferentes campamentos móviles ubicados en el Nudo de Paramillo, para cuidar y cumplir los caprichos de su líder.
A estos campamentos llegan prostitutas contratadas por los guardias de ‘Otoniel’, para prestar sus servicios sexuales al narco. Las mujeres reciben grandes sumas de dinero en efectivo para que guarden silencio sobre el paradero del narcotraficante.
De la misma forma, la información revelada por el diario establece que alias ‘Otoniel’ sufre de presión alta y diabetes, problemas de salud que normalmente atendía con médicos a los que les pagaba muy bien para que se trasladaran hasta donde él estaba, situación que habría cambiado en los últimos meses, según información de inteligencia.
Aunque Úsuga lidera una organización criminal de más de 200 hombres, solo 12 personas serían de su entera confianza y son quienes conforman su anillo de seguridad más cercano. “Él sabe vivir y cuidarse en el monte. No deja mover para nada a los hombres que lo acompañan; es muy desconfiado con su seguridad. Alrededor de él hay otros anillos de seguridad”, detalló el oficial al medio.
Para poder manejar los hilos de la poderosa red de narcotráfico, Úsuga David no maneja equipos de comunicación, cuenta con un servicio de correo humanos, modelo que usa para no ser interceptado por los organismos de inteligencia, quienes lo buscan hace más de tres años y lo han convertido en su principal objetivo para este 2021.
Los encargados de llevar estos mensajes cargan con memorias USB y grabadoras de voz desde los que ‘Otoniel’ dicta sus órdenes, pues su voz es la clave de la veracidad del mensaje para su círculo cercano.
Los hombres encargados de la seguridad de ‘Otoniel’ pagan todo en efectivo y el dinero viene directamente de las oficinas de cobro que mantienen en Medellín y Bogotá. Además, están utilizando el llamado token, “el pago mediante mercancía de contrabando que ingresa al país por diferentes lugares”.
Por último, el oficial de la Policía Judicial reveló al diario que el clan del Golfo tiene varios campamentos ubicados en el Nudo de Paramillo, “allí, la organización ha adaptado varios cambuches para que ‘Otoniel’ y sus hombres pernocten, no pasan más de una noche en el mismo lugar. Están bajo la zozobra de ser capturados o muertos en medio de una operación de la Policía”.
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