El 31 de diciembre, Silvestre Dangond, uno de los precursores de la ‘nueva ola’ del vallenato, brindará un concierto virtual que se transmitirá de manera simultánea desde el monumento La Ventana Abierta, en Barranquilla. Sin embargo, lo que es una ‘buena nueva’ para sus fanáticos, no lo es tanto para el gremio de los intensivistas del país, a quienes les preocupa posibles aglomeraciones.
Es cierto, el evento será virtual, pero el temor es que a las inmediaciones del monumento lleguen pobladores de la capital del Atlántico: la presentación del artista, en la que se lanzará oficialmente su último álbum Las locuras mías, comenzará a las 10 p.m., por lo que coincidirá con la celebración de Año Nuevo en Colombia. De ahí, la posibilidad de celebraciones en el espacio público a los que teme el director de la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo (AMCI), José Luis Accini.
Lo que pide Accini a la alcaldía de Barranquilla es cerrar varios metros a la redonda de La Ventana Abierta, para que los residentes de barrios vecinos “no lleguen a parquear sus carros en vías públicas, generar aglomeraciones e ingerir alcohol”. La solicitud la hizo ante medios de comunicación el 29 de diciembre, cuando se refirió al colapso hospitalario que está atravesando el país, debido a la disminución de las unidades de cuidados intensivos (UCIs) para los pacientes con covid-19, la escasez de medicamentes y la falta de talento humano.
En el caso puntual de Barranquilla, el informe más reciente dio cuenta que la ocupación de las UCIs pasó de un 50 % a un 55 % en la temporada de fin de año. Y aunque el panorama no es tan grave como en Cali, por ejemplo, cuya ocupación es de por encima del 90 %, se teme que con el consumo de alcohol en la ‘arenosa’ pueda cobrar cuentas a la salud de sus habitantes en enero.
“Hay varios barrios de Barranquilla que cuentan con un número importante de población. La parte centro y norte de la ciudad es la que está menos inmunizada fue la parte que dio serologías muy bajas indicando que aún hay población altamente vulnerable”, explicó a Accini a Caracol Radio.
El director de la AMCI explicó que cuando hay alcohol de por medio en las celebraciones, suele aumentarse el número de pacientes en las UCIs, no solo porque bajo los afectos del trago la ciudadanía está menos pendiente de los protocolos de bioseguridad, sino porque incrementa la violencia:
Las UCIs no solo están llenas con pacientes con covid-19, sino víctimas de actos de violencia, de manejo de pólvora, de pacientes crónicos, con patologías como diabetes, que descuidaron su dieta en diciembre
Para algunos, el toque de queda que regirá en Barranquilla desde el 1 de enero a la 1:00 a.m. hasta las 6:00 a.m. y del 1 de enero a las 11:00 p.m. al 2 de enero a las 6:00 a.m., debió comenzar desde el 31 de diciembre, previos a los festejos de fin de año.
En el departamento del Atlántico se han registrado 92.456 y 3.410 fallecimientos por covid-19.
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