El aumento acelerado de contagios por covid-19 en Colombia viene acompañado de otros problemas: falta de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), escasez de medicamentos para atender a los pacientes y falta de personal médico que se encargue de atender todos los casos activos. En el Valle del Cauca ya se está viviendo esta crisis y la gobernadora del departamento, Clara Luz Roldán, denunció que los relajantes y sedantes que se le están suministrando a los contagiados han aumentado exageradamente de precio en los últimos días.
“No se consiguen medicamentos en los costos que teníamos hace dos o tres meses (...) Siempre hemos dicho que primero está la salud de los vallecaucanos, nosotros no vamos a escatimar esfuerzos, pero si es bueno que las autoridades en salud y los organismos de control sepan que nos están vendiendo medicamentos al doble y al triple del precio”, aseguró la gobernadora a través de un comunicado de prensa publicado por la administración departamental.
Esta alza de precios, según la secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, está relacionada a una escasez de medicamentos para atender a pacientes covid que se vive a nivel mundial. En un video publicado en redes sociales, la funcionaria aseguró que las autoridades departamentales están trabajando con el Ministerio de Salud Nacional (MinSalud) para adquirir los recursos necesarios.
“Estamos haciendo un proceso con el Ministerio de Salud, a través del Hospital Universitario del Valle, con recursos de la Gobernación, para poder comprar medicamentos que se requieren, para ver si podemos disminuir un poco la presión que tenemos en la ocupación de camas de UCI”, dijo la funcionaria.
La escasez de medicamentos junto a la alza de los precios han agravado la situación en el Valle del Cauca, hasta el punto de obligar a la administración a cerrar 103 camas UCI. Aunque se tiene el espacio y las camillas para atender a los pacientes, no se tienen los suministros médicos para ayudarlos a superar el coronavirus.
Las autoridades y ciudadanos vallecaucanos están preocupados porque, con el aumento de casos y la disminución de recursos, puede que se deban cerrar más cupos de UCI en los próximos días. Esta noticia es alarmante porque la ocupación de la unidad de cuidados intensivos en el departamento ya está en un 93 por ciento. Además, se espera que en las próximas dos semanas haya un incremento de contagios producto de las celebraciones de fin de año y de las aglomeraciones que se formaron después de que el América de Cali se coronara campeón de la Liga BetPlay de fútbol, el pasado domingo 27 de diciembre.
Cabe recordar que, esta situación también la han denunciado las autoridades del departamento de Risaralda, territorio donde la unidad de cuidados intensivos para atender infectados por coronavirus llegó al 100 por ciento. En el departamento se reportó, el 28 de diciembre, la falta de insumos, ya que las medicinas están escaseando. De igual forma, denunciaron que necesitan más personal médico para organizar mejor los turnos y que el equipo de primera línea pueda descansar.
Por ahora, las esperanzas de la Gobernación del Valle están puestas en MinSalud para que sea la entidad nacional la que ayude a conseguir recursos. “Con la importación de medicamentos desde Chile por parte del Ministerio de Salud se espera aliviar la situación que ha originado el cierre de camas UCI”, dice el comunicado de la Gobernación.
<b>El regaño de las asociaciones médicas</b>
El aumento acelerado de contagios a nivel nacional durante la época decembrina se previó desde hace meses, por eso las asociaciones de médicos a nivel nacional hoy afirman que faltó coordinación por parte de los gobiernos locales para evitar que la situación se saliera de las manos.
Este 29 de diciembre la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo (Amci) publicó un comunicado donde regañan fuertemente a las administraciones de Bogotá, Medellín y Cali, la capital del Valle del Cauca, por sus decisiones para controlar la pandemia en diciembre. En el mensaje Amci tildó a los alcaldes, gobernadores y departamentos de salud de las tres ciudades como “pusilánimes” y aseguran que recargaron todo el problema en las UCI.
“El exabrupto comportamental en Cali, Bogotá y Medellín, bajo la pusilanimidad de quienes podían evitarlo, reafirma que en Colombia la salud pública está dispuesta al irrelevante particular y el partido de la vida se sigue jugando del lado más frágil de la cancha: en las Unidades de Cuidado Intensivo”, se lee en el comunicado.
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