En la Vereda El Líbano, municipio de Orito, departamento de Putumayo, se creó el Colectivo de Mujeres para la Protección del Mono Chorongo, también conocido como mono churuco, mono lanudo gris, mono barrigudo o mono lanudo de Humboldt. El objetivo es desarrollar proyectos para su protección y, señalan, concretar un acto de retractación y perdón con esta especie perseguida durante años en esta región del país.
El mono churuco se caracteriza por su carisma y fortaleza, ya que cuenta con un cuerpo musculoso. Tiene barriga protuberante, cola prensil y gruesa y un pelaje denso. El colectivo de mujeres inició el proyecto ya que esta especie ha sido cazada durante años para consumir su carne, lo que ha disminuido gravemente su población, pues las hembras solo dan a luz a una cría cada dos años. Además, señalan, los individuos se ven amenazados por los daños a su hábitat causados por la deforestación, la ganadería extensiva, la agricultura y la tala de árboles maderables.
Lagothrix lagothricha, nombre científico de la especie, aparece en peligro de extinción según el Atlas de la Biodiversidad de Colombia y en estado vulnerable de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Según Wildlife Conservation Society (WCS) en Colombia, hace 15 y 20 años, era tradición que los hombres cazaran a estos monos y las mujeres los cocinaran. En caso de que las crías sobrevivieran, eran utilizadas como mascotas de la casa o eran vendidas para adquirir más municiones. Lo anterior cambió cuando las familias empezaron a recibir otros ingresos y se dejó de lado la cacería.
Desde el colectivo, integrado inicialmente por 20 mujeres y con el apoyo de la Fundación Sambica, se promueven y desarrollan campañas de educación ambiental y de concientización en favor del mono churuco. También han participado en diplomados y capacitaciones sobre producción de miel, ganadería sostenible, avistamiento de aves y procesos productivos. Asimismo, iniciaron con procesos de monitoreo comunitario de la población de esta especie. Jhon Freddy Gaitán, miembro de la Fundación, sostiene que un grupo de mujeres visita el bosque en compañía de un biólogo de la organización una vez al mes para aprender a realizar los avistamientos, tomar datos y recorridos en una libreta de campo.
La Fundación Maikuchiga, “historia de los micos” en Tikuna, es una organización no gubernamental de base comunitaria sin fines de lucro incorporada a Leticia, departamento de Amazonas. Desde 2006, también han adelantado programas de concientización a toda la comunidad local y, además, tienen como prioridad rescatar e introducir esta especie a su hábitat para continuar con su preservación. Reciben monos churucos decomisados del trafico ilegal por parte de las autoridades o de cualquier donante que haya encontrado a uno de los individuos.
Este primate, señala la organización, habita los bosques de la Amazonía y fue adscrito por primera vez por Alexander Von Humboldt. Los individuos, del género Lagothrix, se dividen en cuatro especies, todas arbóreas y diurnas, que presentan un tamaño de hasta 11 kilogramos. Pueden formar grupos de entre 10 y 70 monos que se desplazan por los bosques altos y maduros. Dado que, cuando se alimenta de frutos y desecha las semillas contribuye a la composición de los ecosistemas, esta especie cumple un papel importante en la regeneración de bosques y diversidad de plantas. Además, sus recorridos pueden superar los 3 kilómetros diarios.