Guillermo Torres, alias ‘Julián Conrado’, se presentó a las elecciones de alcaldes y gobernadores de 2019, en las que obtuvo el 50.7% de los votos. Así, se convirtió en el primer exguerrillero en ganar una alcaldía tras la firma del Acuerdo de Paz. A pesar de haberse presentado con el aval de la coalición Colombia Humana-Unión Patriótica, Torres asegura sentirse responsable del éxito de la reincorporación política. Por ello, centra sus esfuerzos en administrar, de manera transparente, los recursos y acabar con la corrupción.
Conrado, en entrevista con la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, contó que nació en Turbaco en 1954. Su mamá lavaba ropa ajena y su papá era conductor de bus. Aprendió a tocar la guitarra en su niñez y luego compuso más de 100 canciones, dos de las cuales grabó Alfredo Gutierrez en 1976. Ingresó a la guerrilla en 1984 y se convirtió en el cantante oficial de las Farc-EP. Fue dado por muerto en los bombardeos en los que cayó alias ‘Raúl Reyes’ y estuvo preso en Venezuela, pero no dio detalles del por qué.
Aseguró que el Acuerdo de Paz ha sido una de las mejores oportunidades que ha tenido el país, y, gracias a ella, le ha sido posible demostrar que un excombatiente, “una persona que estuvo en la insurgencia”, puede administrar un pueblo con honestidad y transparencia para ser ejemplo en todo Colombia. Además, sostuvo que nunca pensó en llegar a la Alcaldía de su pueblo, pero que siempre quiso hacer política, “porque uno hace política desde que nace, es imposible que el ser humano viva por fuera de la política”, reiteró. También sostuvo que la palabra ‘reincorporación’ no es exacta, pues nunca estuvo fuera de la sociedad, pero acepta el término desde sus pasadas acciones al margen de la ley.
Respecto a su trabajo como funcionario público, señaló que gobernar ha sido difícil, pues las personas se han acostumbrado a que la política es “dar puestos y contratos”. Dado que no ha cedido a presiones, aseguró que le lo han tildado de corrupto. A pesar de ello, sostuvo, “yo duermo tranquilo”, porque ha cumplido con su palabra. También aseguró que está dispuesto a morir por la paz, en el contexto nacional que ya supera los 200 excombatientes asesinados, pues seguirá en el camino de la legalidad. “Lo he dicho: nadie me saca del camino de la paz”, afirmó. Asimismo, aseveró que quiere ser un ejemplo de reincorporación para que otros desmovilizados sigan su camino.
Pese a que, durante su campaña, los opositores reclamaron que Cordado no contaba con experiencia para gobernar, señaló a la Misión de la ONU que lo más importante, más allá de los títulos profesionales, es la honestidad y la honradez. Así, sostuvo que, para administrar recursos económicos, es necesario que quien se ocupe de esa tarea, sea honesto. Además, Conrado se graduó hace pocos meses como bachiller, junto a su esposa. Afirmó que esta acción es un estímulo para que sus compañeros también tomen la decisión de estudiar.
Conrado aseguró que los excombatientes son estigmatizados por su pasado insurgente, pero ese es el reto a enfrentar, pues se debe acabar con la creencia de que “somos de bandos diferentes”. Para el alcalde de Turbaco, la guerra que ha vivido el país no ha dejado muertos de un lado o de otro, “esta guerra en Colombia lo que ha dejado son muertos del mismo lado, todos somos del mismo lado”. La guerra, continuó, es una guerra entre hermanos, hijos de gente humilde.