Por posibles problemas de alimentación, murieron doce caballos cocheros de Cartagena

Este 24 de diciembre se dio a conocer la muerte de doce caballos, que eran utilizados para el servicio de coches turísticos en el Centro Histórico de Cartagena.

Cólicos y afecciones gastrointestinales severas fueron las causas de muerte de los equinos que, antes de perecer, se encontraban alojados en el sector de Marbella en la capital de Bolívar.

De acuerdo con la Unidad Municipal Técnica Agropecuaria (Umata), en total 17 caballos cocheros de Cartagena presentaban problemas de salud. Además, al interior de la Asociación cartagenera de Cocheros, ya estarían al tanto de la condición de salud que registraban los animales.

Ante la advertencia de Umata y la asociación, un grupo de veterinarios de la entidad se dirigió hasta el lugar donde dormían los caballos para constatar la situación y brindar la asistencia médico veterinaria respectiva.

Para Luisa Horta, directora de la Umata, las muertes de los animales pudo deberse al suministro de afrecho en la alimentación de los caballos, pues este producto genera cólicos y timpanismo en ellos, motivo por el que iniciarán una investigación a profundidad para establecer la causa real de los hechos:

Horta también contó que desde la Umata han asistido a la Asociación cartagenera de Cocheros con alimentos y demás insumos que requieren los equinos en su proceso de recuperación.

Aunque los caballos que no perdieron la vida fueron estabilizados y puestos a disposición de cuerpo médico veterinario para analizar sus afecciones, la ciudadanía criticó el medio de transporte y cuestionó si las condiciones en las que subsisten los caballo hay maltrato animal, teniendo en cuenta que la principal hipótesis de la muerte tiene que ver con problemas de alimentación de parte de los humanos.

De momento se desconoce si los caballos sobrevivientes continuarán siendo utilizados para el transporte de ciudadanos y turistas en coche en el Centro Histórico de Cartagena. Especialistas de la Umata investigarán lo ocurrido con los equinos, considerando que las muertes representaron el 70.58% del total de animales que estaban siendo alojados en Marbella, en lugar de uno o dos casos aislados de problemas médicos presentes en los herbívoros no rumiantes.

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