En la mañana del jueves 24 de diciembre, el juez 22 de ejecución de penas de Bogotá le concedió libertad condicional a Hilda Jeaneth Niño Farfán, exfiscal delegada ante el Tribunal de Justicia y Paz.
Actualmente, Niño Farfán paga una condena de cinco años de prisión por favorecer a los narcotraficantes Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera y Orlando Villa Zapata para que ingresaran a Justicia y Paz como paramilitares. Entre 2013 y 2017, la exfiscal habría recibido cerca de 400 millones de pesos y dos camionetas a cambio.
Pues bien, la decisión de dar libertad condicional a la exfuncionaria fue tomada luego de que ella pagara una caución y se evidenciara un buen comportamiento de su parte en el centro de reclusión donde se encontraba, pues, el 7 de diciembre de 2020 el expediente que guarda su registro judicial evidenció que ya hizo el pago de 250 millones de pesos que se comprometió a devolver.
De acuerdo con lo expuesto en el registro de calificaciones de la cartilla biográfica de la interna, la justicia determinó que Niño Farfán tuvo un desempeño y conducta positiva durante su reclusión:
Su desempeño durante el tiempo privada de la libertad es positivo, dado que mantuvo su conducta en el grado de buena y ejemplar. El tiempo de internación física cumplido resulta suficiente para que la enjuiciada haya recapacitado sobre su proceder ilícito y la posibilidad que tiene de reintegrarse a la sociedad
Como requisito adicional previo al beneficio de libertad solicitado por la exfiscal, tuvo que pagar la suma de diez salarios mínimos mensuales legales vigentes, tasada en más de ocho millones de pesos.
Además, la exfuncionaria ya habría cumplido con más de las tres quintas partes de su pena de 64 meses de prisión, pues ha permanecido interna físicamente durante 42 meses y ha redimido otros 11.
El juzgado 22 de ejecución de penas especificó que “la ausencia de sanciones disciplinarias, llevan al discernimiento del valor real de la libertad, y que no es necesario que continúe privada de la libertad, teniendo en cuenta que su proceso de readaptación es positivo por su buen comportamiento durante el tiempo privada de la libertad en reclusión formal”.
Los antecedentes del caso
Hilda Niño Farfán se desempeñaba como fiscal de Justicia y Paz cuando empezó a ser investigada por, aparentemente, haber recibido dinero por parte de narcotraficantes que buscaban ingresar y recibir los beneficios que otorgaba la ley de Justicia y Paz. Niño Farfán fue capturada en 2017 y condenada a cinco años y cuatro meses de prisión en agosto de 2020. La exfiscal, que apenas cumplirá cuatro meses de la condena, solicitó su libertad.
Bajo el argumento de que ya pagó una parte del dinero que tenía que devolverle al Estado colombiano, cifra que asciende a los $250 millones, Niño le solicitó a un juez de ejecución de penas de Bogotá, que le devolvieran su libertad.
Según las investigaciones en contra de la exfiscal, el narcotraficante Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera, alias El Mellizo, le habría pagado $250 millones a Niño, a través del abogado Juan Carlos Restrepo Bedoya, para que se le permitiera acceder y poner su historial criminal a manos del ente de Justicia y Paz.
Gracias a Niño Farfán, Mejía logró, efectivamente, ser cobijado por la ley de Justicia y Paz, sin embargo, al descubrirse su entrada irregular, fue expulsado del ente y su caso pasó a manos de la justicia ordinaria. Ante lo sucedido, la Corte Suprema de Justicia, encargada de las decisiones frente al caso, aseguró que era “inaceptable extender la compra de membresías paramilitares a narcotraficantes para tener beneficios de Justicia y Paz”.
Miguel Ángel no actuaba solo, su hermano, Víctor, con quien conformaba la dupla criminal Los Mellizos, también estaba involucrado en acciones de narcotráfico, y tenía relación directa con paramilitares. Víctor fue abatido por la Policía Nacional en un operativo realizado el 29 de abril de 2008. Según la Fiscalía General de la Nación, los hermanos eran aliados del exjefe paramilitar Carlos Castaño Gil, y comandaban el Bloque Vencedores de Arauca de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
A los hermanos Mejía se les unió Óscar Villa Zapata, alias La Mona, quien también le habría dado dinero a Niño con el mismo objetivo en mente. Villa Zapata estaba involucrado con hechos de narcotráfico. El desenlace de Villa fue igual al de Miguel Ángel Mejía, también fue expulsado del ente de paz transicional y su caso pasó a manos de la justicia ordinaria.
Hilda Niño, quien entró en el cargo de fiscal tras la firma del acuerdo de Santa Fe de Ralito, que suscribía la paz entre el Estado colombiano y las AUC, ya había solicitado beneficios ante la ley respecto a su caso a cambio de colaborar con la verdad. Así, por ejemplo, bajo un preacuerdo, logró que su pena apenas superara los cinco años de privación de su libertad.
La exfiscal confesó y aceptó su culpabilidad por el delito de cohecho y se comprometió a colaborar con la justicia y a reparar el daño, no solo devolviendo el dinero que recibió, sino también pidiendo perdón ante la Corte Suprema.
El nombre de Hilda Niño Farfán salió a relucir también en la investigación que se abrió en contra del expresidente de la república Álvaro Uribe Vélez, acusado de manipular testigos. Según las indagaciones, Niño tenía información que involucraba al exfiscal Eduardo Montealegre, y a otros funcionarios, en un complot organizado en contra de los hermanos Álvaro y Santiago Uribe.
Montealegre salió a defenderse ante las acusaciones y dijo que lo que decía la exfiscal era una “mentira monumental” y que lo único que ella buscaba era beneficiar al expresidente y a su hermano, investigado por vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico.
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