Entre los cambios más esperados en el gabinete del presidente Iván Duque estaba el de Alicia Arango. En círculos políticos se rumoraba que la funcionaria había pasado su carta de renuncia desde septiembre, pero solo hasta este martes se conoció que Duque había aprobado su deseo de regresar a la embajada ante la ONU, en Ginebra, Suiza, y cederle su puesto como jefa del Ministerio del Interior a Daniel Palacios, quien fungía como viceministro de relaciones políticas.
Entre las responsabilidades de Palacios ahora está seguir fortaleciendo la relación con las comunidades sociales e indígenas y con el Congreso. Aquí Arango tuvo muchas disputas en su tiempo al frente de la cartera porque, por ejemplo, en la Minga Indígena, los líderes exigían una reunión con el presidente Duque y no con ella, quien lideró la comisión que se movilizó hasta el Cauca para dialogar con ellos, a pesar de que en ese momento la Minga iba llegando a Bogotá por la negativa de Duque para reunirse con ellos en Cali, su primera parada.
Con el Congreso la tarea del nuevo ministro no será algo nuevo. Según informó la Silla Vacía, él era el encargado de hacer las reuniones, hablar con la coalición de Gobierno en la corporación y contar, administrar y gestionar lo que fuera necesario para que los proyectos liderados por Duque o por su administración, tuvieran el visto bueno (a partir de votos) en las plenarias. Además, algunas fuentes le dijeron a la Silla que a él eran al que veían de frente en la cartera del Interior.
Para El Tiempo, este objetivo es clave porque es muy probable que en 2021 se muevan en el Congreso las reformas tributarias y laborales, por lo cual necesitarán garantizar con la mayoría de votos su aprobación. Tema que no es tan complejo porque, hasta ahora, la bancada gobiernista es mayor en el Senado.
Tanto el diario capitalino como El País de Cali resaltan el importante punto del trabajo con comunidades. El País dice que combatir la violencia contra líderes sociales, defensores de derechos humanos y exguerrilleros de las Farc, deberá ser prioridad en su agenda, aun más después de la reunión que se adelantó con este último grupo a inicios de noviembre donde el presidente Duque los atendió para escucharlos y llegar a acuerdos en materia de seguridad. Lo mismo hizo la entonces ministra Arango con la oposición por esos mismos días, aunque el encuentro, de nuevo, no terminó a gusto de todos. A este mismo tema se agrega que, según El Tiempo, el próximo año las manifestaciones sociales se podrían intensificar aun más que en 2020
Otro de los retos son las consultas previas que el Gobierno debe hacer para intervenir en una comunidad con objetivo de explotación de recursos naturales u obras de infraestructura, esto enmarcado dentro de los planes de recuperación económico y el desarrollo del país, ya que la experiencia es que varios de estos temas se han frenado porque no se han hecho las consultas de manera rigurosa.
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